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Y a todo esto, ¿Si está funcionando el Hoy No Circula para bajar la contaminación?

Los programas de restricción vehicular, como el Hoy No Circula han sido implementados en ciudades con altos niveles de contaminación, principalmente en la Ciudad de México y su zona metropolitana, con el objetivo de mejorar la calidad del aire al limitar la circulación de ciertos vehículos en días específicos según su holograma o terminación de placas. Aunque estas políticas tienen un impacto positivo en la reducción de emisiones contaminantes, sus resultados han sido objeto de análisis y debate.

Resultados positivos:

1. reducción inmediata de emisiones:

Durante los dí­as en que se aplica la restricción, se observa una disminución en la emisión de contaminantes como partículas PM10, PM2.5, y óxidos de nitrógeno (NOx), que contribuyen a la mala calidad del aire. Un estudio del Instituto Nacional de Ecologí­a y Cambio Climático (INECC) indica que estas reducciones pueden oscilar entre un 7% y 20%, dependiendo de la zona y el nivel de acatamiento.

2. Conciencia ambiental:

El programa fomenta una mayor conciencia sobre la contaminación atmosférica y promueve el uso de alternativas como el transporte, la bicicleta o el transporte compartido, al menos entre ciertos sectores de la población.

3. Estupimulación para la renovación vehicular:

Las restricciones han incentivado la compra de vehículos más nuevos, menos contaminantes y con tecnología­s que cumplen con estándares ambientales, como los híbridos o eléctricos.

Limitaciones y retos:

1. Efecto rebote:

Uno de los principales problemas detectados es el fenómeno donde las familias adquieren un segundo vehículo, generalmente más antiguo y contaminante, para evadir las restricciones. Esto puede neutralizar los beneficios ambientales del programa y, en algunos casos, incluso aumentar la cantidad de vehículos en circulación.

2. Falta de alternativas de transporte eficientes:

En muchas ciudades, el transporte público no es suficiente o no cumple con estándares de eficiencia y cobertura adecuados. Esto dificulta que los ciudadanos dejen sus vehículos y genera descontento.

3. Impacto desigual:

Las restricciones afectan de manera desproporcionada a los conductores con menos recursos, quienes no pueden cambiar sus vehículos o acceder fácilmente a tecnólogas más limpias.

4. Dependencia del transporte de carga:

Aunque los vehículos de carga generalmente están exentos del programa los bloqueos temporales o restricciones adicionales pueden dificultar la logística de abastecimiento en las ciudades, afectando al comercio y a la economía­a local.

Consideraciones para el futuro:

Para que programas como el Hoy No Circula sean más efectivos, deben complementarse con políticas de largo plazo, como:

Mejorar el transporte público: Hacerlo más eficiente, accesible y atractivo para que sea una alternativa real al automóvil particular.

Incentivar tecnologías limpias: Ofrecer apoyos fiscales y financieros para la adquisición de autos eléctricos o híbridos, tanto a particulares como a empresas.

Ampliar las medidas en industrias clave: Trabajar con sectores como el transporte de carga, que aunque exento, sigue siendo un emisor significativo, promoviendo el uso de camiones con tecnologí­as Euro VI o equivalentes.

El Hoy No Circula ha demostrado ser una herramienta útil para combatir la contaminación de manera temporal, pero no es una solución definitiva. Su efectividad depende de su integración con otras políticas públicas que aborden la movilidad y las emisiones desde una perspectiva más integral y sostenible. Las ciudades deben enfocarse en fomentar un transporte eficiente, justo y limpio para lograr una mejora significativa en la calidad del aire y, con ello, en la calidad de vida de sus habitantes.

Estás son las ciudades más contaminadas por el uso de autos

La contaminación del aire en las ciudades es un problema complejo influenciado por múltiples factores, entre los cuales el uso de vehículos motorizados desempeña un papel significativo. A continuación, se presentan algunas de las ciudades más afectadas por la contaminación vehicular:

1. Ciudad de México, México:

En el Valle de México, las emisiones generadas por vehículos representan hasta un 60% de la contaminación total por partículas suspendidas. A pesar de las medidas implementadas, la ciudad continúa enfrentando desafíos significativos en términos de calidad del aire.  

2. Lima, Perú:

Lima lidera el ranking de las ciudades con el peor tráfico en América Latina, superando a otras como Bogotá y Ciudad de México. Esta alta densidad vehicular contribuye significativamente a la contaminación del aire en la capital peruana.  

3. Nueva Delhi, India:

Recientemente, Nueva Delhi ha sido declarada como la ciudad más contaminada del mundo, superando a Lahore en Pakistán. La calidad del aire registró un índice de 515 puntos, superando el límite máximo del sistema estándar de medición de calidad del aire. Las partículas PM2.5 alcanzaron niveles alarmantes de 333 microgramos por metro cúbico, triplicando el máximo aceptable de 100. La contaminación se atribuye a factores como el tráfico vehicular, quema de residuos agrícolas, emisiones industriales y condiciones meteorológicas adversas.  

4. Los Ángeles, Estados Unidos:

Los Ángeles enfrenta desafíos significativos en términos de contaminación del aire, especialmente en comunidades de bajos ingresos y de color que están desproporcionadamente expuestas a mayores niveles de contaminación vehicular. La exposición a partículas finas (PM2.5) es un problema grave que afecta la salud pública en la región.  

5. Granada, España:

Granada continúa entre las ciudades españolas con peor calidad del aire, superada solo por Madrid y Barcelona. La ciudad presenta niveles de contaminación por dióxido de nitrógeno y partículas PM10 y PM2.5 superiores a los permitidos por la Unión Europea. Esta contaminación proviene principalmente de la combustión de vehículos motorizados y la quema de restos agrícolas en invierno.  

Es importante destacar que la contaminación del aire es un problema global que afecta a numerosas ciudades en todo el mundo. Las fuentes de contaminación varían según la región e incluyen, además del tráfico vehicular, emisiones industriales, prácticas agrícolas y factores geográficos y climáticos. Abordar este desafío requiere la implementación de políticas integrales que promuevan el uso de tecnologías limpias, la mejora del transporte público y la adopción de prácticas sostenibles en todos los sectores.

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