Sobornos de un año en México pagarían un tren rápido de CDMX a NL, a Yucatán o a Guatemala
Datos del Banco de México (Banxico) y el Banco Mundial (BM) coinciden en que la corrupción en México equivale al 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que suma unos347 mil millones de pesos al año, de acuerdo con estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Ese monto podría utilizarse para proyectos infraestructura, combate a la pobreza u otros aspectos que el Gobierno federal frenó este año o tiene pendientes por los recortes presupuestales.
Si la corrupción no pasara tal factura millonaria, el país podría construir la infraestructura necesaria para que sus ciudadanos se trasladen al menos mil 236 kilómetros en un transporte con tecnología de punta. Se realizarían más rutas que mejorarían la conectividad del país a sitios como Yucatán, que está a mil 315 kilómetros de distancia de la Ciudad de México. También, desde la capital del país, se podría construir un tren rápido para llegar a Monterrey, Nuevo León, con una distancia aproximada de mil 61 kilómetros, o llegar hasta la capital de Guatemala, que se ubica a mil 244 kilómetros de la CDMX.
También se podría construir un tren de lujo con la infraestructura necesaria para recorrer una distancia de mil 324 kilómetros; lo que equivaldría recorrer el país desde Mazatlán, Sinaloa, a Minatitlán, en Veracruz.
Lo anterior es posible si se toma en cuenta que con el presupuesto federal que se destinó para el malogrado tren de alta velocidad a Querétaro se iban a cubrir un total de 210 kilómetros. Es decir, cada kilómetro tenía un costo de 280 millones de pesos, lo que significa que con 347 mil millones habría la posibilidad de generar hasta seis trenes con infraestructura como el que se frenó en noviembre de 2014.
Si se realiza un comparativo de la magnitud del costo que tiene la corrupción, se puede decir que con los miles de millones de pesos que los sobornos le restan al país se podrían construirse 5.8 trenes de alta velocidad como el México-Querétaro, valuado en más de 50 mil millones de pesos.
El proyecto estaba pensado para que los usuarios pudieran trasladarse entre las dos ciudades en al menos 58 minutos; es decir, hubieran recorrido 210 kilómetros en menos de una hora. Sin embargo, el plan fue cancelado en definitiva por falta de presupuesto en enero de 2015, según anunció Luis Videgaray Caso, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), justo tres meses después de que se diera a conocer la falta de transparencia en el proyecto y luego de que se descubrióque Grupo Higa –empresa ligada al Presidente Enrique Peña Nieto– había ganado la licitación.
En noviembre pasado, Gerardo Ruiz Esparza, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (STC), dijo que el tren de alta velocidad sería muy importante para este país, pero no dio más detalles sobre el plan cancelado y, en su lugar, anunció la construcción de cuatro carriles adicionales en la autopista México-Querétaro que sólo serían para el transporte de carga.
En aquel momento, el funcionario federal detalló que había negociaciones con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) y el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) para saber si existía la posibilidad que los cuatro carriles fueran financiados con recursos públicos, pero no especificó la cifra de la inversión.
De acuerdo con el Índice de Competitividad Internacional 2015. La corrupción en México: Transamos y no avanzamos, realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) con base en un estudio realizado en Estados Unidos, se advierte que “los gobiernos con más denuncias de corrupción tienden a gastar más dinero público en proyectos de construcción y carreteras”.