CargaLogísticaÚltimas noticias

Puebla, necesitado de un centro logístico

Debido a que el costo de la tierra para el sector industrial se ha encarecido hasta 200%, al alcanzar los 1,500 pesos el metro cuadrado, no se ha permitido consolidar la construcción de un centro logístico que hace falta principalmente para el sector automotriz o para traer más empresas.

El director de la Asociación Poblana de Industrias, con 80 socios, Fernando Martínez Canseco, comentó que hace dos años la firma Sodisa tenía pensado hacer un nodo logístico para la distribución de autopartes y vehículos ensamblados por Volkswagen de México y Audi, por lo que había visto terrenos en los municipios de Amozoc y Acajete, pues representaban un punto intermedio entre ambas plantas localizadas en Cuautlancingo y San José Chiapa, respectivamente.

Sin embargo, dijo, los ejidatarios que en un principio habían ofrecido el metro cuadrado en 500 pesos cambiaron de parecer y lo duplicaron al ver que se trataba de un proyecto de gran importancia para el sector automotriz, situación que truncó la inversión.

El directivo indicó que este caso es uno de tantos que se dan para que no crezca la actividad industrial en el estado, a consecuencia de la especulación de tierras.

Garantías

En Puebla se necesita tener este tipo de nodos que ayuden a dar fluidez a la producción, además de la garantía de que estará almacenada con seguridad, ya que las bodegas de las empresas están saturadas y con el riesgo de que haya daños en las manufacturas al moverse de un punto a otro en el mismo espacio, expuso Martínez Canseco.

Comentó que el sector de autopartes es el principal interesado, pues llegan a tener sobreocupación hasta de dos semanas, debido a que sus clientes no las recogen a tiempo o se regresa mercancía que tiene algún defecto.

También los sectores agroindustrial y textil, acotó, requieren de ese tipo de servicios, pero no se concretan por las tierras caras.

El director de la asociación poblana refirió que cuando alguna desarrolladora industrial quiere adquirir en municipios pegados a la zona metropolitana terrenos que han estado abandonados y sin algún uso agrícola, los dueños de inmediato quieren hacer un gran negocio, cuando su costo real es inferior a lo que piden.

Bajo este contexto, explicó que se pierden oportunidades de consolidar centros logísticos para la mediana y grande industria o traer más fábricas que han visto en Puebla un punto de conexión con el centro y sur del país.

Fernando Martínez admitió que en la zona metropolitana es difícil que una empresa pueda encontrar 5 hectáreas juntas, debido a que la “tierra está pulverizada”, por lo que a raíz de la llegada de Audi a San José Chiapa, las industrias vieron un potencial en el interior del estado para trabajar y encontrar terrenos de las dimensiones deseadas.

Otra de las ventajas es que estén cerca de las carreteras Amozoc-Perote y la Puebla-Veracruz en su conexión con la Ciudad de México. Además, tienen a 20 minutos la red ferroviaria, indicó.

Autoparteras

En este tenor, Carlos Fernández Suárez, presidente de sectores industriales de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación local (Canacintra), informó que a las autoparteras sí les hace falta un centro logístico, ya que ahora surten a otras armadoras del país, debido a que han diversificado su rubro de proveeduría.

Desconoció si hay empresas interesadas en invertir para ofrecer ese servicio, pese a que en la zona conurbada hay posibilidades de que se haga un complejo de bodegas.

A medida que lleguen más proveedoras de autopartes, que hasta el momento en Canacintra son 90 socias, implicará que las empresas en algún momento requieran rentar alguna nave para el resguardo de su producción.

Fernández Suárez consideró que con el segundo piso de la autopista Puebla-México se ha dado mayor fluidez a las mercancías y al paso de las unidades que van de Veracruz a la Ciudad de México, además de que se evitan accidentes en los que se ven involucrados transportes de carga, lo que ha propiciado que no se cumpla con tiempos de entrega.

Fuente El Economista 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *