Lidera Aeroméxico aterrizajes de emergencia en México
Aunque los aterrizajes de emergencia no necesariamente significan que la vida de los pasajeros o la tripulación estén en riesgo y algunas veces incluso son falsas alarmas, para los pasajeros resulta preocupante, incómodo y una pérdida de tiempo.
Aeroméxico fue la aerolínea nacional que registró más procedimientos de emergencia durante 2015, con 8, casi 3 veces más que Volaris, que ocupó el segundo lugar.
Si se compara la proporción de procedimientos, respecto al total de operaciones realizadas por cada aerolínea, Aeroméxico continúa al frente, respecto al resto de las mexicanas, pues por cada 25 mil vuelos, 0.88 terminaron con un aterrizaje de emergencia.
En el caso de Volaris, por cada 25 mil operaciones, 0.85 fueron de emergencia; en el caso se Interjet 0.25, mientras que VivaAerobús no registró ninguno.
De acuerdo con la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, existen tres tipos de aterrizajes de emergencia: el primero son los descensos forzosos, que se realizan sin importar si hay o no un aeropuerto cercano, provocados por la imposibilidad de seguir volando; la segunda clase son los precautorios, que consisten en un aterrizaje premeditado cuando es posible seguir volando, pero no es aconsejable; y finalmente, el acuatizaje, que se realiza sobre el agua.
Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, el año pasado el 47 por ciento de los vuelos que tuvieron que aterrizar de emergencia a nivel global se originaron por las condiciones meteorológicas, mientras que el 30 por ciento se debió a alguna deficiencia en la operación del vuelo.
Consultada sobre el número de aterrizajes de emergencia que una aerolínea puede tener, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes señaló que no hay una norma en el país y todo depende de las aerolíneas.
“Al tener una flota más grande, tienes más vuelos y las probabilidades de tener un aterrizaje de emergencia aumentan por simple exposición a los fenómenos naturales o a las fallas técnicas, la tasa sólo refleja una métrica que no incluye la exposición al riesgo”, explicó un piloto que pidió no ser citado.
La flota de Aeroméxico y Aeroméxico Connect, que suma 130 aeronaves, se compone de aviones Boeing 737, 777 y 787, así como de aeronaves de Embraer.
Entre los aterrizajes de emergencia más recordados de Aeroméxico en 2015 están el del 5 de enero, cuando un Boeing 737 de la empresa tuvo que regresar al aeropuerto de Los Ángeles, en Estados Unidos, por olor a humo en la cabina de pasajeros.
Otro de los descensos de emergencia más comentados el año pasado fue el del 19 de marzo, cuando un Boeing 787-800, de Aeroméxico, que salió de Madrid, España, con destino a la Ciudad de México tuvo que descender en las islas Azores, de Portugal, por problemas eléctricos.
A mediados de mayo, un Boeing 777-200 que salió de la Ciudad de México, con destino a Madrid, tuvo que ser desviado a Cancún, Quintana Roo, por fallas técnicas. Y el 29 de junio, un Boeing 787 Dreamliner, que cubriría la ruta México-París, fue desviado al aeropuerto de Shannon, Irlanda, por una presunta alerta de humo en el compartimento de carga.
“Las implicaciones de estas operaciones imprevistas (aterrizajes de emergencia) pueden ser solamente el costo de combustible consumido para la empresa y el mantenimiento y refacciones; para los pasajeros, el tiempo perdido, que en el peor de los casos deriva en perder conexiones de vuelo”, dijo Leonardo Sánchez, vocero de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores.
EL FINANCIERO buscó a ejecutivos de Aeroméxico para conocer su opinión del por qué tienen el mayor número de aterrizajes de emergencia, pero al cierre de la edición, no dieron respuesta.
Fuente El Financiero