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El avión presidencial…sobre ruedas. Así era Olivo, el tren que dio servicio a 10 presidentes de México

Durante los últimos años, el avión presidencial ha generado gran polémica entre la sociedad mexicana por la postura de la actual administración de no usarlo para las giras del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Por décadas, una o varias aeronaves propiedad del gobierno de México fueron asignadas como transporte al servicio del presidente para ser operadas por la Coordinación General de Transportes Aéreos Presidenciales dependiente del Estado Mayor Presidencial.

No obstante, antes de la explotación del espacio aéreo, fueron los trenes quienes fungieron como el principal transporte del presidente en turno.

Don Benito Juárez fue el primer mandatario que tuvo un tren personal, además del sencillo carruaje negro con el cual se trasladó durante el imperio de Maximiliano de Habsburgo.

En 1895, la compañía Pullman obsequió al general Porfirio Díaz el ‘Tren Amarillo’, un transporte lujoso que poseía una sólida estructura de madera. El tren le fue regalado como agradecimiento por la concesión recibida para ofrecer coches dormitorio y comidas en los trenes que circulaban por el país.

Posteriormente le fueron agregados dos carros o vagones para alojar a su escolta presidencial.

Tras servir durante 30 años a los presidentes de México, el ‘Tren Amarillo’ llevó a cabo su último recorrido al transportar los restos de la esposa del presidente Calles a México. Para ello, adaptó su cuarto vagón como capilla ardiente con grandes crespones de seda y terciopelo.

Olivo, el tren presidencial por añadidura
Si bien el ‘Tren Amarillo’ fue importante, otro es considerado como el tren presidencial más recordado de la historia.

Se trató de Olivo, un nuevo tren presidencial que el gobierno del presidente Plutarco Elías Calles ordenó construir a la misma empresa Pullman Palace Car Company en 1925 para ser entregado en de abril de 1927.

De acuerdo con el mirador de la SICT, carros de acero forrados en su interior con maderas preciosas extraídas de las selvas del estado de Tabasco, acompañadas de terciopelos, bronces y sedas, conformaban este moderno tren.

“El primero de los cinco vagones o carros que lo componían alojaba a las recámaras del presidente, de su esposa, y del secretario particular; disponía de una oficina presidencial dotada con servicio telefónico y sistema de telegrafía”.

El comedor -disponible solo para 14 personas- junto con el Salón Azul (salón fumador), se encontraba en el segundo vagón que también contaba con 16 camarotes para los huéspedes o invitados del presidente.

El Estado Mayor viajaba en el tercer carro que fungía de dormitorio provisto de todos sus servicios, mientras que la escolta del presidente se ubicaba en el cuarto carro.

El quinto y último vagón fue destinado para llevar los equipajes junto con seis automóviles, subidos y bajados fácilmente a través de rampas móviles.

¿Por qué se llamó Olivo?
Por fuera, los carros del tren fueron pintados en color verde olivo –de ahí su nombre- y cada uno tenía en la parte superior, sobre las ventanas, las palabras República Mexicana.

En la zona inferior al centro, se veía la leyenda Tren Presidencial ubicada sobre el escudo nacional, flanqueado en sus extremos por su respectivo número: 1, 2, 3…

En esa misma línea, el área del comedor se utilizaba una vajilla de cristal y el servicio de plata teniendo por sello las armas nacionales. Para que te des una idea de su lujo, debemos decirte que el Tren Presidencial Olivo tuvo un costo de 475 mil dólares.

Apogeo y caída
Su etapa de mayor expansión sucedió en el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, quien aprovechó a su máximo al Olivo para visitar 1,028 poblaciones del interior del país.

Posteriormente, los presidentes Manuel Ávila Camacho, Miguel Alemán Valdés y Adolfo López Mateos se sirvieron de él para entrevistarse con los presidentes de los Estados Unidos, e inaugurar diversas obras públicas de infraestructura en el interior del territorio mexicano.

A partir de los años 50s y con la expansión de la infraestructura carretera y aérea, el Olivo bajó la intensidad de sus recorridos. Durante los setenta, tres de sus vagones pasaron a formar parte de la colección del Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad.

Durante sus pocos más de cuarenta años de uso, el Tren Olivo dio servicio a 10 presidentes. En 2013, sus carros aún existentes fueron restaurados por la compañía ADG Mantenimiento Industrial recuperando una buena parte de su esplendor original.

Sabías que…
En sus inicios, el Tren Olivo fungió como carroza fúnebre al recibir los restos de doña Natalia Chacón, esposa del presidente Calles, fallecida en los Ángeles California, Estados Unidos el 2 de junio de 1927.

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