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Violencia obliga a transportistas a renunciar: Conatram

Son comandos de entre cuatro y seis personas, equipados con armas largas e inhibidores de señal satelital, los que interceptan a los conductores de tráileres mientras circulan en los puntos de descanso, para luego llevarse la mercancía, o hasta el camión completo.

Además del valor de la carga, un tractocamión cuesta entre 1.8 y 3 millones de pesos (mdp), lo que eleva el atractivo del botín para los delincuentes, quienes están cada vez más especializados en el despojo de estos vehículos, indica Elías Dip Rame, presidente de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram).

Cada asociación de transportistas tiene sus propias cifras sobre el aumento de los robos en las carreteras mexicanas, pero lo cierto es que todas coinciden en que, en los primeros seis meses de 2017, este delito se disparó, al grado de poner en jaque a este sector de la economía, debido al aumento que tuvieron los costos operativos y las pólizas de seguros.

“2016 culminó con un aumento de entre 40 y 60% de robos respecto del año anterior, pero este año, tan sólo en los primeros seis meses, se incrementó en 100%”, explica a Forbes México el presidente de la Conatram.

“Estamos desesperados. Eso ha motivado que muchos transportistas se quieran retirar [pues] están perdiendo su patrimonio y otros, que pudieran seguir incrementando el parque vehicular, ya no lo hacen porque las pérdidas son cuantiosas”, argumenta el directivo.

Como parte de su modus operandi, generalmente, los interceptan a los conductores en los puntos donde paran a comer o a descansar, señala Dip; y cuando están circulando, los obligan a detenerse, cerrándoles el paso con otros vehículos y apuntándoles con armas largas.

“Si no atiendes sus indicaciones, disparan. Con esas amenazas, obligan al operador a que se pare. [A continuación] descargan el producto, y la unidad la dejan abandonada con todo y chofer. Y, en otros casos, ya no aparece ni camión ni mercancía”, detalla.

Uno de los principales problemas que enfrentan los transportistas es que los criminales cada vez se vuelven más sofisticados.

Por ejemplo, mediante el uso de inhibidores de los dispositivos GPS, que generalmente se instalan en los camiones para localizarlos en caso de que sean robados, los delincuentes evitan la localización de las unidades, describe el presidente de la Conatram.

Las estrategias de robo también incluyen la teatralidad. Los delincuentes cuentan con patrullas clonadas y uniformes de integrantes de policías municipales o estatales, para solicitar a los conductores la carta porte, que detalla el tipo de carga y la cantidad que trasladan y, a través de sistemas de comunicación, alertan a sus cómplices que, metros más adelante, se alistan para consumar el robo.

Van en busca, con mayor frecuencia, de cargamentos con artículos electrónicos y alimentos no perecederos, entre otros productos. En contraste, lo que menos atrae a los delincuentes son los minerales, granos y cargas perecederas.

Más dinero para protección

Enfocados en evadir a los delincuentes en las carreteras, el costo operativo de los transportistas ha aumentado entre 15 y 30% en los últimos seis meses, dice Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP).

“Son los estados de Veracruz, Guanajuato, Jalisco y Estado de México en los que se concentra la incidencia [de robos]”, explica Gómez.

Ahí los transportistas suelen circular en caravana, evitar los puntos y horarios más conflictivos o de mayor incidencia, tomando en cuenta la información que proporcionan las mismas empresas.

Los transportistas señalan que las pólizas de los seguros para protegerse de este delito han aumentado el doble contra el año pasado. “En la medida en que tengas un mayor número de incidencia delictiva, te impacta a la prima asegurada”, confirma Gómez.

Los transportistas que pueden pagarlo invierten en dispositivos electrónicos cada vez más sofisticados que inhiben la sustracción de los vehículos o que ayudan a localizarlos una vez que fueron robadas. También hacen cambios en la logística de las rutas, imparten talleres de seguridad a choferes y contratan seguros contra robo.

Una nueva solución tecnológica que está llegando al mercado es un GPS que, si los delincuentes quieren desconectar, corta en automático la energía del motor y, en ese caso, es imposible poner el camión en movimiento.

El mecanismo es obra de Sitrak México y está instalado en 25,000 unidades que circulan en el país. Su director general, Angelo Gordillo, espera que las ventas de esta compañía de seguimiento satelital aumenten este año en 60%.
Un costo extra para algunas empresas es la recuperación del camión, que no se solventa únicamente con el pago de un seguro, sino que es necesario pagar a las autoridades para que los trámites “caminen”, denuncia Elías Dip Rame.

“De cada tres camiones que se roban, uno nunca se recupera. Pero, de los que recuperamos, a veces hay costos de hasta 100,000 pesos, además de los dos meses en promedio que te tardas en recuperarlos”, asegura.

Fuente Forbes 

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