Transporte y logística son más susceptibles a crisis internacionales según estudio
El sector del transporte y la logística (T&L) se ha beneficiado de muchas de las tendencias comerciales más importantes del último medio siglo. La globalización, la evolución de las sofisticadas cadenas de suministro justo a tiempo y el auge del e-commerce han contribuido a que el sector crezca a un ritmo similar al de la economía en general, señala un reporte de McKinsey & Company.
Pero no todo ha sido una navegación tranquila. Las recesiones económicas tienden a golpear al sector con especial dureza. Análisis de McKinsey de las últimas cinco recesiones de EE.UU. muestran que las empresas de T&L sufren más en promedio que la economía en su conjunto. Y en los últimos ciclos, el problema puede haber empeorado.
Cuando McKinsey analizó el desempeño de alrededor de 1000 grandes empresas que cotizan en bolsa durante la recesión mundial de 2007-2008, identificó un subgrupo de organizaciones “resistentes” que superaron a sus pares por un margen significativo durante el ciclo.
El rendimiento de estas empresas disminuyó menos en general durante la recesión y mejoró más rápidamente durante la recuperación económica subsiguiente. En 2017, las empresas resistentes habían proporcionado un rendimiento total acumulado a los accionistas (TRS) que era más del 150% superior al de sus homólogos no resistentes. Entre los actores de la logística y el transporte en el estudio, la brecha fue aún más marcada, con un 267%
Resiliencia
De acuerdo a McKinsey parte de la fórmula que marcó la diferencia fue la rápida toma de decisiones, permitida por una organización bien preparada. También se identificó una serie de jugadas de intervenciones específicas aplicadas por empresas resistentes. En el período previo a la recesión, estas compañías tomaron medidas para lograr una flexibilidad financiera adicional. Redujeron la deuda del balance mientras los competidores la acumulaban. Y cuando la recesión golpeó, las empresas resistentes se movieron más rápido y más lejos que otras, vendiendo negocios y recortando costos a través de mejoras en la efectividad operativa.
Pero los ciclos comerciales son inherentemente impredecibles y lo que sí está claro, sin embargo, es que para responder eficazmente a la próxima desaceleración se requerirá un enfoque diferente. Superar las limitaciones de las metodologías tradicionales de mejora del rendimiento orientadas al recuento de personal y el costo requerirá una nueva forma de pensar para impulsar la productividad.
Eso es especialmente cierto en el ámbito de la reducción de los costos de explotación. De acuerdo a McKinsey, en la década transcurrida desde la recesión de 2008, las tecnologías digitales han transformado las presiones y oportunidades a las que se enfrentan las empresas de logística, impulsando un aumento significativo de las expectativas de los clientes ya acostumbrados a la velocidad, flexibilidad y transparencia que ofrecen las mejores operaciones de e-commerce, esperan cada vez más niveles de servicio similares en todo el espectro de actividades de transporte.
En la otra cara de la moneda, las empresas disponen ahora de nuevas palancas para tirar de los costos y la eficiencia operacionales, gracias a la disponibilidad de la Internet de las Cosas (IO), las herramientas digitales de la fuerza de trabajo, la analítica avanzada y el aprendizaje de las máquinas. Las principales empresas de T&L de hoy en día están adoptando estos enfoques para lograr mejoras drásticas en el rendimiento.
La nueva generación de herramientas digitales puede aplicarse en cuatro grandes áreas de las operaciones de las empresas: su personal, sus procesos, sus bases de suministro y sus redes.
En primer término, la mejora de la gestión de la fuerza de trabajo es una oportunidad importante para las empresas de T&L. La naturaleza de muchas actividades que requieren mucha mano de obra, combinada con una importante variabilidad en la demanda de mano de obra y la escasez de habilidades en funciones clave, hace que la contratación, la gestión y la retención del personal sea particularmente difícil.
En segundo lugar, los nuevos enfoques digitales también pueden transformar el desempeño de las operaciones básicas. Las herramientas digitales adecuadas aumentan la eficiencia al revelar las causas fundamentales de los fallos en el transporte -fallas en los activos, reduciendo así la necesidad de revisiones de alto costo- y al automatizar las actividades rutinarias como la generación de informes.
Como tercer punto se debe considerar que las empresas de logística y transporte se han vuelto mucho más inteligentes sobre lo que compran y cómo. La mayoría han desarrollado sofisticadas capacidades de adquisición, como estrategias integrales de gestión de categorías, mejores tácticas de negociación y una cuidadosa supervisión de los gastos. Sobre la base de esas buenas prácticas fundamentales, los principales actores utilizan ahora herramientas digitales para mejorar aún más la eficiencia y la eficacia de sus actividades de compra.
Por último, se debe considerar la optimización de la red, lo cual es fundamentalmente difícil. A medida que desarrollan sus redes, las empresas de T&L se enfrentan a una multitud de decisiones complejas e interdependientes, que deben tomarse con datos incompletos y para una demanda futura incierta.
Afortunadamente hoy en día, el desarrollo de potentes enfoques de modelización, simulación y análisis está cambiando la forma en que las empresas abordan los complejos problemas de optimización de redes. Las herramientas más recientes proporcionan una visión más profunda no sólo del rendimiento actual de una red, sino también de su rendimiento futuro, permitiendo a las organizaciones identificar los cuellos de botella, evaluar múltiples configuraciones alternativas y someter rápidamente a prueba sus diseños en una amplia gama de escenarios.
Por MundoMarítimo