“¿Qué tanto es tantito?”. Algunas empresas de transporte toleran el robo de diésel ante la escasez de operadores

De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el robo de diésel en México asciende a entre 15 y 20 mil millones de pesos al año.

“De por sí el diésel está bien caro y luego uno tiene que estar viendo donde no le roben el combustible” advierte el dueño de un tractocamión visiblemente molesto.

Su molestia es entendible, sobre todo si consideramos que los costos de combustible y de fuerza laboral pueden constituir hasta el 50% de los gastos operativos para las compañías involucradas en el transporte.

No obstante, el robo de combustible puede ser efectuado tanto por delincuentes como por los mismos operadores mediante el vaciamiento del tanque, desvío del recorrido original o cuando se altera el odómetro.

Si bien no pasa en todas las empresas, el robo hormiga de combustible es más común de lo que nos imaginamos. Se estima que este tipo de robo provoca que las empresas pierdan desde un 5% hasta un 35% de sus ganancias al año y puede disminuir el inventario hasta en 10%.

Según estimaciones, esta actividad les cuesta a las pequeñas empresas de transporte más de 1 mdp al año y puede disminuir el inventario hasta en 10%. En tal escenario, el principal impacto se orienta al tema del combustible.

Algunas empresas se hacen de la vista gorda

En muchas ocasiones, esta práctica al interior de algunas empresas de transporte se encuentra plenamente identificada por los dueños de las mismas. Lo paradójico es que, en algunos casos, esta actividad es tolerada.

En ese sentido, algunas empresas permiten este tipo de prácticas, ante la falta de conductores que existe en el país. Es decir, existen empresas que saben que les “bajan” algunos litros de diésel y se hacen de la vista gorda porque si despiden al operador no hay con quien reemplazarlos.

De acuerdo con testimonios recabados, algunos lo hacen porque señalan que el costo de tener las unidades detenidas será mayor.

Si consideramos que existe un faltante de entre 10 y 20 litros que el transportista acaba autorizando, entonces hay un déficit cercano a los 160 mil pesos únicamente en esta parte.

“Entre los 10, 15, 20 litros que le están faltando al operador y que terminamos autorizándolo, traemos algo así como 160,000 pesos nada más en esta parte, dinero que prácticamente se lo estamos regalando al operador”, sostiene el gerente de una empresa.

Aun así, este costo es menor si establecemos que la rotación de operadores le cuesta a las empresas de transporte más de 215 mil pesos por cada conductor que se va.

No obstante, la mayoría coindice es que la afectación al tolerar el robo de combustible será mucho mayor a largo plazo y no solo en la parte económica, ya que la imagen de la compañía para potenciales clientes puede verse afectada.

Escasez de operadores, un problema crónico

Se estima que el sector del autotransporte de carga en México mantiene un déficit de 50 mil operadores.

Factores como la inseguridad, el encarecimiento en las pólizas de seguros y los gastos de operación han disparado el déficit de operadores en México.

A la par, el déficit ha generado altas tasas de rotación y costos para las empresas derivados de la contratación y formación de nuevos conductores.

Se estima que la cantidad de carga que se necesitan mover en México triplica el número de unidades disponibles, es decir existe una sobredemanda importante.