Piloto de Ethiopian suplicó aterrizar antes de estrellarse
El capitán del avión de Ethiopian Airlines que se estrelló hace casi una semana pidió permiso “con voz de pánico” para regresar al aeropuerto poco después del despegue, informó el viernes The New York Times, mientras la aerolínea dijo que había comenzado la investigación sobre las grabadoras de vuelo.
El diario citó a “una persona que revisó las comunicaciones de tráfico aéreo” del vuelo del domingo, diciendo que los controladores notaron que el avión se movía cientos de metros hacia arriba y hacia abajo, con una velocidad que parecía inusualmente rápida.
Un portavoz de la aerolínea ha dicho que al piloto se le dio permiso para regresar, pero el avión se estrelló minutos más tarde en las afueras de Adís Abeba, matando a las 157 personas a bordo.
Las autoridades francesas disponen ahora de los datos de vuelo y de las grabadoras de voz del avión para su análisis. La agencia a cargo de la revisión dijo que no estaba claro si se podían recuperar los datos, y tuiteó una foto del grabador de datos que parecía mostrar daños. Ethiopian Airlines dijo que una delegación etíope encabezada por su jefe de investigación de accidentes había llegado allí.
En Etiopía, los funcionarios comenzaron a tomar muestras de ADN de los familiares de las víctimas para ayudar a identificar los restos.
Países como Estados Unidos han ordenado que permanezcan en tierra todos sus aviones Boeing 737 Max 8, mientras la empresa norteamericana se enfrenta al desafío de probar que sus aviones son seguros, en medio de sospechas de que un software defectuoso podría haber contribuido a este y otro desplome que causaron la muerte de 346 personas en menos de seis meses.
Tras esperar varios días, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA por sus siglas en inglés) emitió el miércoles una orden de emergencia para que los 737 se quedaran en las pistas alegando que tenía nuevos datos y evidencias satelitales que mostraron que los movimientos del vuelo 302 de Ethiopian Airlines fueron similares a los del vuelo 610 de la indonesia Lion Air. Ese avión se desplomó en el mar de Java en octubre con 189 personas a bordo.
Responsables de Lion Air habían dicho que los sensores de su avión proporcionaron información errónea en sus últimos cuatro vuelos, lo que activó la orden automática de inclinar el morro de la aeronave hacia abajo, algo que los pilotos del último viaje no pudieron revertir.
Se suponía que la última versión del avión de Boeing más vendido de la historia le daría un fuerte impulso a las finanzas de la compañía durante años, pero se ha transformado en su mayor dolor de cabeza.
Desde su estreno en 2017, Boeing ha entregado más de 350 Max en diferentes versiones que varían en tamaño. Docenas de líneas aéreas de todo el mundo compraron el avión por su eficiente consumo de combustible y su utilidad para vuelos de corta y media distancia.
Fuente Excélsior