Muertes de migrantes a bordo de camiones, una ‘pandemia’ que no termina
Un pequeño radio en medio de decenas de fierros retorcidos se alcanza a ver a la orilla de la carretera. Algunos bomberos tratan de ubicar algún rastro de vida en medio de la total oscuridad. La escena del accidente es trágica, muchos migrantes se encuentran ahí.
Al menos 16 personas murieron y 36 resultaron heridas la madrugada de este martes tras el choque entre un autobús y un tráiler en el km 91+900 de la autopista Cuacnolapan-Oaxaca, cerca de los límites entre Oaxaca y Puebla.
Según autoridades estatales, la mayoría de los pasajeros del autobús eran migrantes venezolanos. El autobús salió de la ciudad de Miahuatlán de Porfirio Díaz pasando por Ejutla de Crespo con destino a la Ciudad de México.
Por desgracia, las muertes de migrantes en camiones de carga o pasajeros no son casos aislados.
Apenas en julio pasado, cinco migrantes hondureños murieron y otros 18 resultaron heridos cuando la camioneta en la que viajaban se accidentó en una autopista en la costa sur del Golfo de México.
Estos dos casos recuerdan la muerte de 50 migrantes (la mayoría mexicanos) en un contenedor de un tráiler en San Antonio, Texas sucedido en julio de 2022, en lo que presumiblemente era un intento por contrabandear migrantes en el sur del país vecino del norte.
Muertes de migrantes en camiones, un problema mayúsculo en México
De acuerdo con un Estudio Sobre Movilidad y Migración Internacional publicado por la Secretaría de Gobernación, tan solo en el periodo que va de 2014 a julio de 2019, se identificaron 1,998 fallecimientos de personas migrantes.
No obstante, el saldo de muertes ocurridas en 2021 ha superado las 4,470. El mismo estudio señala que entre las causas principales están los ahogamientos, accidentes de tren o de camiones de carga o autobuses, y situaciones de violencia.
Según información de la Encuesta sobre Migración en la Frontera Sur de México (Emif Sur), se calcula que 86% de las personas migrantes detectadas en tránsito utilizan las carreteras del país para llegar a Estados Unidos.
Se estima que, cada año, cerca de 3 millones de migrantes ingresan ilegalmente a Estados Unidos: la mayoría de ellos acceden clandestinamente en camiones que pasan la frontera en las peores condiciones.
De esta manera, es común que se den este tipo de accidentes, en especial en el sureste, donde las deficientes condiciones de las carreteras se suman al mal estado en que se encuentran los vehículos.
Camiones rentados o clonados
Según especialistas, los migrantes buscan rutas alternas para evadir controles migratorios, por lo que optan por trayectos que resultan riesgosos debido a las malas condiciones de los caminos.
“Me dijeron que me pasarían por distintos camiones de carga, pero antes me iban a alojar en ‘casas de seguridad’, me querían cobrar como 200 mil pesos”, relata Raúl, comerciante de 41 años de edad quien hace algún tiempo pensó en cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos.
“Muchos de estos polleros ya no son como los de antes que trabajaban por su cuenta, la mayoría trabaja para cárteles y trasladan a la gente en camiones de carga o autobuses que rentan”.
De acuerdo con un estudio del Colegio de la Frontera Norte, para llegar hasta su destino, los migrantes y sus ‘coyotes’ se ven obligados a innovar continuamente rutas, medios de transporte, lugares de entrada y de salida del territorio mexicano.
Ante ello, muchos de estos camiones utilizan logos clonados de empresas que pertenecen a industrias de transporte, lácteos, abarrotes o paquetería.
La clonación y/o rotulación de estos vehículos se lleva a cabo en talleres clandestinos, en su mayoría ubicados en la frontera de Chiapas con Guatemala, lugar donde inician los trayectos en vehículos rumbo a la frontera.
Según cifras oficiales, el negocio de la migración en rutas de Centroamérica y México genera ganancias de hasta 6,000 millones de dólares al año.