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Metilfenidato, así es el peligroso medicamento que acecha a los operadores en México

El metilfenidato es un medicamento controlado utilizado para el tratamiento de distintos trastornos que se ha convertido en una droga popular en el ramo del autotransporte.

Varios conductores de vehículos pesados en nuestro país consumen sustancias químicas para poder aguantar las largas jornadas laborales (principalmente en las noches) a las que son sometidos.

“La anfetamina, metanfetamina, cocaína, alcohol, marihuana, peyote y psicofármacos como ansiolíticos, hipnóticos y el ritalín son las sustancias ilícitas que se consumen en el transporte”, sostuvo Rocío Sánchez, directora general de la organización MCT durante el webinar “Drogas y seguridad”.

Según testimonios recabados, las sustancias son fáciles de conseguir en las llamadas ‘cachimbas’, pequeños establecimientos donde los operadores acuden para refugiarse luego de una jornada de trabajo.

Metilfenidato, el medicamento que acecha a los operadores en México

El metilfenidato es un medicamento que tiene como objetivo el tratamiento del déficit de atención. Se comercializa bajo las marcas Concerta, Aradix, Methylin, Ritalin, Ritalina, Ritrocel, Rubifen, Equasym, Medicebran, Medikinet.

Durante los años 30 y 40 se empleaba únicamente en niños, pero actualmente se usa en adultos y jóvenes, ya que se determinó que el déficit de atención no es privativo de infantes. Es un derivado de una anfetamina, pero tiene una utilidad médica.

Su uso debe ser controlado ya que, por sus componentes, puede ser adictivo. A la par, la administración de este medicamento por un periodo prolongado puede generar dependencia psicológica.

El problema es que este medicamento se está utilizando entre los operadores de autotransporte con fines de estimulación. Este fenómeno se presenta primordialmente en México, ante la facilidad para conseguirlo.

El metilfenidato genera liberación de dos neurotransmisores: dopamina y noradrenalina, los cuales disminuyen el apetito y el sueño, y desarrollan un aumento de la energía física y mental, y del estado de alerta.

En un principio las consecuencias de su abuso se orientan a complicaciones emocionales, para posteriormente generar problemáticas médicas como:

-Hipertensión (por exceso de concentración de los neurotransmisores)

-Falta de atención

– Alucinaciones Auditivas y Visuales

-Problemas de cáncer

De acuerdo con la organización Empresa sin Drogas, una persona que ha estado usando los estimulantes de tipo anfetamínico puede creer que, si son especialmente cuidadosos, será capaz de conducir con seguridad.

Sin embargo, la droga puede haber afectado a su vista y percepción de la realidad. Sus acciones y las respuestas pueden ser muy diferentes a lo que realmente se necesita, pero pueden no ser conscientes de lo mucho que se han visto afectadas sus habilidades de conducción.

Un reciente estudio clasificó a la anfetamina dentro de una categoría de alto riesgo, lo que significa que un conductor con problemas de estimulación es de 5 a 30 veces más propenso a resultar herido o morir en un accidente

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