Las tecnologías que harán al transporte eficiente y productivo
Otros ejemplos de Sistemas Inteligentes de Transporte (SIT) ya se pueden ver en detectores de tráfico en carreteras para controlar los semáforos, identificadores por radio frecuencia para recaudar automáticamente los peajes y el uso de GPS y telecomunicaciones para la asistencia en carretera.
En España, Víctor González, presidente de la Federación Nacional de Transporte Discrecional de Mercancías (FETRANSA) insiste en la importancia que tiene implementar la tecnología en las cabinas de los transportista, especialmente de pequeñas empresas. El control de rutas y consumos, mediante aplicaciones como SetirPlanner, el nuevo sistema online planificador profesional on-line de rutas por Europa, facilita a las empresas la gestión de las flotas y aumenta la eficiencia ya que, por ejemplo, “antes teníamos que desplazarnos hasta la propia empresa para recoger cada orden de transporte. Ahora nos ahorramos ese trayecto, con su correspondiente combustible”.
Otra tecnología destacada en la cabina de los camiones es el sistema e-CMR, que sustituye a la carta de porte tradicional en papel, que ha de viajar siempre en el vehículo. El e-CMR permite analizar en tiempo real los portes, de tal modo que se puede conocer en todo momento dónde se ha cargado, cuándo y, sobre todo, cómo ha llegado a destino. Incluso permite verificar sobre el terreno si un camión está dentro o fuera de su ruta, facilitando así el control del transporte por parte de las fuerzas de seguridad del Estado.
Una de las aplicaciones que más expectación está generando es la creación de coches con conducción autónoma. Aunque todavía están en periodo de pruebas, se espera que salgan al mercado a partir de 2018 para uso personal y durante los próximos cuatro años con aplicaciones comerciales, diseñados por empresas como Google, Tesla o Uber, pero producidos con la ayuda de empresas tradicionales del sector.
El “Platooing”, a la cabeza de la conducción autónoma
La conducción en cadena es un sistema que permite que varios camiones conectados digitalmente viajen en convoy. Según Ramón Valdivia, director general de la Asociación de Transporte Internacional por Carretera de España (ASTIC), las ventajas que ofrece son el ahorro de combustible y que no elimina el papel del conductor, que seguiría en cabina sumando horas de trabajo, aunque no de manera tan activa, ya que sólo el conductor del primer vehículo es el que dirige al resto. “De esta manera, se puede ayudar a paliar la creciente falta de profesionales en el gremio, pero sin olvidar que ésta puede ser un arma de doble filo, capaz de fagocitar los puestos de trabajo existentes, creando así un problema social”.
Sin embargo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dice que los efectos sobre la creación y destrucción de empleo todavía no cuentan con evidencia empírica concluyente. De hecho, las innovaciones tecnológicas digitales pueden provocar simultáneamente impactos laborales diversos e incluso contradictorios, cuyo alcance e intensidad dependen en buena medida de las características sociales, económicas e institucionales de cada país, sector productivo y empresa.
Morgan Stanley prevé que los vehículos sin conductor harán que en Estados Unidos se ahorren 1,3 billones de dólares al año para 2035 y hasta 5,6 billones para 2050. Sin embargo, las verdaderas fuentes de ingresos vendrán asociados a los datos que generarán los vehículos digitalizados, cuyo tráfico hará que los fabricantes ganen más dinero que por la venta del coche en sí mismo. De hecho, un 76% de los directivos encuestados por KPMG está de acuerdo con que un vehículo digitalizado y conectado generará más ingresos que 10 vehículos no conectados. En lo que no hay un consenso claro es en si las empresas del sector seguirán estrategias de cooperación o de competición. En este sentido, el consumidor juega un papel clave, ya que solo un 20% de los encuestados estarían dispuestos a compartir sus datos de consumo y comportamiento sin recibir un beneficio a cambio.
Además, la utilización de programas de respuesta inteligente a la demanda y la carga inteligente de vehículos eléctricos pueden aportar mayor flexibilidad y evitar entre 370.000 y 550.000 millones de dólares en inversiones en infraestructuras eléctricas. Otra ventaja sería la eficiencia energética. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), se puede llegar a reducir el uso de energía un 20-25% en un sector que representa cerca del 19% del consumo global de energía y el 23% de las emisiones de CO2.
La resistencia digital: el principal reto de la digitalización
Aunque hasta ahora las disrupciones cibernéticas han sido pequeñas, la digitalización también aumenta la superficie de ciberataques, que son cada vez más baratos y fáciles de cometer. Desde la AIE apuntan que la prevención total es imposible, pero el impacto puede ser limitado mediante la concienciación y entrenamiento de los empleados; actuaciones coordinadas entre compañías y gobiernos a nivel internacional y el diseño de resistencia digital en tecnologías y sistemas.