CH Robinson apuesta al nearshoring e invierte en nuevo almacén en la frontera de Laredo
CH Robinson anuncia la apertura de una nueva instalación que agiliza el comercio a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos, en un momento en que un creciente número de transportistas globales están optando por la relocalización o nearshoring, para diversificar y fortalecer sus cadenas de suministro.
El nuevo almacén es una de las instalaciones más grandes del destino para facilitar el comercio transfronterizo en Laredo, el principal puerto terrestre de Estados Unidos, donde la empresa de logística ha estado facilitando negocios globales durante más de 30 años.
El Puerto de Laredo manejó $268 mil millones de dólares en comercio con México el año pasado, un aumento del 20% respecto a 2021.
Laredo está cerca de varios estados mexicanos que han experimentado recientemente un aumento en los negocios generados en México por la tendencia de relocalización global, incluido Nuevo León, que representó el 50% de las inversiones de nearshoring en México el año pasado.
Nuevo León también cuenta con una sólida industria automotriz, produciendo más del 20% de todas las piezas de automóviles en México. Por tonelaje y valor, las piezas de automóviles son el producto número uno que cruza por Laredo.
Tamaulipas, otro de los estados colindantes, logró captar 115 millones de dólares tan sólo en el segundo trimestre del 2023, por concepto de inversión extranjera directa, donde el nearshoring ha sido un factor fundamental para la llegada de capitales.
“Muchos negocios que operan en México observan lo que sucede en Laredo para determinar sus estrategias de cadena de suministro. El crecimiento de negocios en México significa que necesitarán un mayor flujo a través de la frontera, y cuantas más oportunidades tengan en los puertos transfronterizos, como Laredo, más capacidad tendrán para que sus mercancías se muevan rápidamente y de manera eficiente”, señala Carlos Tamayo Barrón, Director General de C.H. Robinson para México. “Esta nueva instalación está ayudando a maximizar el almacenamiento y optimizar el tránsito rápido de mercancías entre los países en un momento en que la demanda sigue aumentando debido en parte a la actividad de nearshoring y la reubicación de industrias clave en México”.
El crecimiento en Laredo es evidente. Durante cinco meses seguidos, Laredo ha sido el puerto más activo de Estados Unidos, superando a más de 450 puertos marítimos, aeropuertos y otros cruces fronterizos y su papel en el comercio con México es estratégico. C.H. Robinson experimentó un aumento del 20% en cargas terrestres hacia el norte que cruzan por Laredo sólo en la primera mitad de este año, y ahora está respondiendo a esta aceleración con una nueva instalación para eficientar la logística transfronteriza, de más de 37 mil metros cuadrados (400 mil pies cuadrados).
“A diferencia de los competidores con menos presencia en Laredo y los nuevos competidores que se han establecido recientemente, C.H. Robinson gestiona más de un millón de envíos de carga terrestre, intermodal, marítima y aérea al año en esta región y ha estado creciendo constantemente de la mano con la evolución de nuestros clientes”, señala Mike Burkhart, vicepresidente de C.H. Robinson para México. “Diseñamos meticulosamente nuestra instalación más nueva en Laredo, para brindar a los embarcadores globales la escala, velocidad y servicio que necesitan, a medida que trasladan más de sus intereses a México”.
Por ejemplo, la mayoría de los centros de transbordo el Laredo tienen puertas de carga/descarga en un solo lado. La instalación más nueva de C.H. Robinson es una de las pocas con puertas en ambos lados, lo que acelera considerablemente el transbordo de carga transportistas mexicanos a estadounidenses.
“Normalmente se necesitan tres unidades para cruzar una carga por Laredo. Un transportista mexicano lleva la unidad a la frontera, un transportista transfer mexicano lo cruza y luego la carga se descarga y se vuelve a cargar en una unidad de un transportista estadounidense”, apunta Burkhart. “Debido a que nuestro almacén es significativamente más grande que la mayoría, tiene más puertas de carga/descarga que la mayoría de las instalaciones en ambos lados de la frontera, podemos descargar de inmediato cuando llega la mercancía. También reduce el tiempo de recarga, ya que los operadores de montacargas no tienen que cruzar el edificio. En un día en el que se recogen 350 cargas, se reduce el tiempo 10 minutos en promedio, lo que ahorra casi 60 horas en un día”.
Ya sea que una empresa esté importando materias primas desde el extranjero para la fabricación en México, enviando piezas de automóviles a través de la frontera hacia Estados Unidos o ambas cosas, la complejidad del envío internacional requiere más que simplemente tener las instalaciones adecuadas. Requiere la experiencia adecuada.
“Se necesita personas con experiencia en los procesos de envío, las leyes y regulaciones aduaneras en cada país que toca su carga”, destaca Sri Laxmana, vicepresidente de C.H. Robinson para las Américas. “Eso es especialmente crítico si su negocio opera en un entorno en el que los tiempos son clave. No se pueden tolerar retrasos, pero el proceso aduanal y logístico es de gran relevancia para cualquier empresa que quiera mantener el flujo de su carga y cumplir con las regulaciones”.