A Volaris le está costando caro vender vuelos baratos
Cuando Volaris, inició operaciones en marzo de 2006, visualizó objetivos tan ambiciosos como multiplicar su tráfico de pasajeros año con año e incluso se veía en el mediano plazo como la segunda compañía del sector.
Su origen coincidió con el de otras firmas que también tienen el mismo concepto low cost, como Viva Aerobus e Interjet, pero a diferencia de ellas, Volaris despuntó y en la actualidad es la aerolínea que más personas mueve entre aeropuertos mexicanos.
Volaris “contribuye con un México más unido, que pueda disfrutar de los mejores beneficios: conectividad sin escalas, excelente servicio al cliente, puntualidad y, sobre todo, los mejores precios”, dijo en un reciente anuncio de apertura de rutas Enrique Beltranena, director general de la compañía desde su fundación.
Hoy día parece que Volaris ha superado sus propias expectativas, pues lleva 11 de los últimos 12 meses superando los pasajeros transportados dentro de territorio nacional de la principal aerolínea del país, Aeroméxico.
El anticipado posicionamiento de la compañía es resultado de años de crecimiento por encima del de sus competidores -que incluye saltar al segundo lugar en 2015-, los que pese al bache que representó 2017, han recuperado el ritmo de doble dígito este año.
La compañía, fundada por los fondos de inversión Discovery Americas I, Columbia Equity partners y la aerolínea TACA, ha dado servicio a 400,000 personas más que Aeroméxico el último año, siendo que esa ventaja la llegó a tener la línea aérea del “caballero águila” sobre Volaris a finales de 2014, pero de forma mensual.
El problema es que transportar a más pasajeros que a los rivales no se traduce automáticamente en bonanza financiera, al contrario, la apuesta de Volaris ha provocado un deterioro en sus finanzas.
El crecimiento de ingresos promedio de la compañía ha sido de 1.7% los últimos cuatro trimestres, muy por debajo del 10% de avance de usuarios; mientras que su flujo de operación ha caído durante seis trimestres consecutivos, a un ritmo promedio de 26%.
La tarifa promedio de la compañía también ha retrocedido los últimos cuatro trimestres, a doble dígito en tres de ellos.
Puede pensarse que se trata de una tendencia del sector, pues todas las aerolíneas han enfrentado la dificultad de subir tarifas ante la competencia, el impacto del aumento de los precios del petróleo en la turbosina o el monopolio de proveeduría de ese importante insumo por parte de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA).
Es cierto que la reducción de flujo operativo y las pérdidas netas aparecen en los últimos reportes de todas las grandes aerolíneas nacionales, no obstante Volaris se ha llevado la peor parte.
El ingreso promedio por pasajero de la aerolínea de bajo costo, que en la primera mitad de 2018 fue 9% inferior al de todo el año pasado, es poco menos de la mitad del que reporta Aeroméxico en el mismo periodo.
Además, su flujo de operación por usuario, que en las compañías aéreas suma a la utilidad de operación la depreciación, amortización y renta de equipo de vuelo, ha caído casi 47% en la misma comparación y es un tercio del de su principal competidor.
Si bien 2018 ha significado que Volaris aventaje el tráfico de pasajeros de Aeroméxico, esta última ha ampliado su brecha de rentabilidad por usuario. El flujo operativo como proporción de ingresos de la de bajo costo es la mitad de lo que fue en su mejor momento.
Una de las principales razones podría ser el exceso de capacidad, de acuerdo con los expertos.
“El incremento de la capacidad de las aerolíneas, principalmente de las low cost, ha sido fuerte y no se ha visto un incremento en la demanda que vaya en el mismo sentido”, dijo al respecto Marco Antonio Montañez, experto de la casa de bolsa de Vector.
Para el especialista, llenar los lugares generados podría incentivarse vía mejores precios, pero aerolíneas como Volaris no tienen tanto margen de maniobra en ese sentido.
La empresa está consciente de la situación y puso en marcha medidas para mitigar los efectos.
“Enfrentamos un entorno tarifario desafiante en el mercado nacional, influenciado por un importante aumento de capacidad en la industria”, dijo Beltranena durante una de las conferencias de resultados de este año. “Tener el costo unitario más bajo, es la ventaja competitiva más importante en este entorno”.
La operadora de casi 70 aeronaves ha apostado por reducir costos y aumentar ingresos adicionales a los tarifarios, además de generar más facturación en dólares a partir de sus operaciones internacionales.
Pero el mercado todavía no está convencido. La acción de Volaris vale hoy 61% menos que su pico de mayo de 2016 y este año ha perdido 8%. Incluso salió de la muestra de las 35 empresas más grandes y bursátiles de la Bolsa Mexicana de Valores en su última revisión.
Los últimos meses parece haberse abierto una ventana de esperanza para los títulos de la compañía, pues desde los mínimos de más de tres años que marcó en julio ha ganado 50%.
Los resultados del tercer trimestre serán claves para confirmar la mejora en las expectativas, o para regresar a la senda bajista del último par de años al incumplirlas.
Lo importante en el reporte de la aerolínea, de acuerdo con Montañez, será ver un incremento secuencial de las tarifas promedio, la cual probablemente siga deteriorándose en la comparación anual.
Fuente Expansión