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Volkswagen ‘no ve la luz’ en el escándalo de emisiones

Desde que estalló el escándalo de las emisiones diésel hace más de siete meses, los inversores de Volkswagen se hacen una sola pregunta: ¿cuándo será seguro volver a las pistas?

El viernes la empresa duplicó la provisión destinada a cubrir los costos del escándalo de emisiones a 16 mil 200 millones de euros (18 mil 200 millones), frente a la cantidad anterior de 6 mil 700 millones de euros. Con esto, VW ha podido aclarar mejor algunos de los riesgos.

Sin embargo, la pérdida neta de mil 600 millones de euros que registró la compañía no pondrá un punto final al escándalo. VW reconoció que aún no está en condiciones de revelar los resultados de una investigación interna que apunta a dar con el responsable del engaño de emisiones.

A pesar de lo desagradable, la provisión del viernes sin duda se encuentra dentro del terreno que la mayoría de los analistas considera aceptable, así como concuerda con la capacidad de pago de VW.

La división de automóviles de VW cuenta con más de 24 mil millones de euros en efectivo neto y otros activos líquidos. Anteriormente, la compañía dijo que necesita un colchón financiero de 10 mil millones de euros para respaldar su calificación de crédito. Gracias a sus marcas Porsche y Audi, el flujo de efectivo se ha mantenido fuerte, y VW también se aseguró un crédito puente de 20 mil millones de euros el año pasado. Todo eso significa que el fabricante no se quedará sin efectivo en el corto plazo, y que no tendrá motivos para aumentar el capital.

Aun así, la provisión probablemente no cubrirá todos los riesgos legales restantes, incluyendo el presunto error de VW de no haber comunicado el engaño a los inversores de manera oportuna. Así que los inversores todavía tendrán dificultades cuando intenten poner un costo al escándalo.

El máximo responsable ejecutivo, Matthias Müller, dijo el viernes que la compañía no tiene planes de suprimir puestos de trabajo. Cuenta con más de 600 mil empleados, prácticamente el doble que su rival Toyota, que fabrica un número similar de vehículos. VW tiene un problema de productividad que no ha sabido abordar.

En esencia, aún no están claras cuáles serán las consecuencias en el largo plazo para la imagen, la fijación de precios y las ventas de VW. Las ventas de vehículos del grupo VW cayeron un 2 por ciento el año pasado, lo que no es tan malo, dadas las circunstancias. De hecho, en el primer trimestre las ventas registraron una pequeña alza.
La prueba de fuego vendrá en las próximas semanas, cuando VW ponga a prueba los mercados de bonos por primera vez desde que estalló el escándalo.

El escándalo de emisiones limitó a la compañía y distrajo a la administración justo cuando las ventas en mercados claves como Estados Unidos y China se ralentizaron.

La producción de vehículos sigue siendo un negocio cíclico, y cuando llegue la próxima recesión una cosa será cierta: VW será una fuerza muy disminuida.

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