¡Video del test más extremo! Prueban la resistencia de una batería pasándole un camión de 46 toneladas por encima
Uno de cada cinco smartphones del mercado tiene una batería fabricada por el desarrollador chino BYD.
Recientemente, BYD ha lanzado su primera línea de coches eléctricos, todos equipados con la impresionante batería Blade.
Para demostrar su resistencia, BYD ha sometido sus últimas baterías a pruebas aún más exigentes como una prueba de aplastamiento utilizando un camión pesado.
El BYD T31, de 46 toneladas, se utilizó para aplastar la batería de un coche eléctrico utilizando únicamente las ruedas adecuadas.
Sorprendentemente, la batería del Blade soportó un peso total de 46 toneladas sin romperse ni sufrir ninguna deformación estructural.
A la par, esta nueva generación de baterías fue sometida a rigurosas pruebas, como el ser dobladas, aplastadas, sobrecargadas y sobre calentadas en un horno a más de 300°.
Ninguna de ellas causó explosiones o degradación, de acuerdo con la marca.
Además, la batería Blade se ha sometido a las pruebas de seguridad más rigurosas y supera los requisitos de la prueba de penetración de clavos, la forma más rigurosa de probar la fuga térmica de la batería.
Esta prueba simula las consecuencias de un accidente de tráfico grave y está considerada ‘El Monte Everest’ entre las pruebas de baterías.
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Así funciona la batería de BYD
La batería utiliza fosfato de hierro y litio (LFP) como material catódico, lo que ofrece un nivel de seguridad mucho mayor que las baterías de iones de litio convencionales.
Naturalmente, el LFP tiene una excelente estabilidad térmica y está sustancialmente libre de cobalto.
Blade Battery fue una innovación lanzada por BYD en marzo de 2020. Tiene una estructura ultrafuerte para mayor durabilidad, al mismo tiempo que ofrece un alcance y una mayor vida útil.
La seguridad se ve reforzada por el diseño más largo y plano para una mejor utilización del espacio del paquete de baterías.
Durante la prueba de penetración de clavos, la batería Blade no emitió humo ni fuego y la temperatura de la superficie solo alcanzó entre 30 y 60 grados Celsius.
También resistió otras condiciones de prueba extremas, como ser aplastado, doblado, calentado en un horno a 300 grados centígrados y sobrecargado en un 260%.
