¡Viaje épico! Así fue el día en que Randy Arozarena llegó en balsa desde Cuba
Randy Arozarena, el beisbolista de los Tampa Bay Rays de la Mejor League Baseball (MLB), se ha robado el corazón de los mexicanos tras su espectacular actuación en el Clásico Mundial de Béisbol.
El oriundo de Pinar del Río, Cuba, decidió representar a nuestro país en dicho torneo. Anteriormente, Arozarena jugó para los St. Louis Cardinals, y en 2020 estableció el récord de jonrones en una sola postemporada para los Tampa Bay Rays con diez.
Pero más allá de que hoy es uno de los jugadores más queridos por la afición mexicana, su pasado en nuestro país tiene una historia de lucha digna de contarse.
Sus inicios
El ‘cohete cubano’ era uno de los mejores prospectos en su país, lo que le permitió jugar de manera profesional en la liga cubana.
Sin embargo, los jugadores cubanos enfrentan una batalla cuesta arriba para recibir salarios dignos por sus actuaciones. Para la mayoría, su cúspide está fuera de la isla. Tal fue el caso de Arozarena, quien huyó de Cuba con la esperanza de ganar suficiente dinero para mantener a su familia.
Sin embargo, fueron dos puntos de inflexión lo que provocaron la salida de Randy de su país. El primero fue la muerte de su padre cuando ‘el cohete cubano’ solo tenía 15 años, lo que le hizo caer en una profunda depresión.
El segundo fue en 2015, cuando el equipo de Cuba le impidió ir a Puerto Rico.
En ese momento y con tan solo 19 años de edad, Randy decidió desertar de su país. Le informó de su decisión a su madre, quien le dio permiso, y emprendió una autentica travesía hacia México.
Así se transportó Randy en balsa
Arozarena utilizó una pequeña balsa para llegar a su destino: Isla Mujeres, muy cerca de la península de Yucatán, al sureste de México.
Randy sabía que el viaje sería sumamente arriesgado, pero sus ganas de salir adelante y la disciplina que le había impregnado el béisbol eran sus fortalezas.
Salió de la isla y se dirigió al Oeste, hacia el Golfo de México, un viaje muy peligroso en aguas infestadas de tiburones. Fue una jornada angustiante, una que podría haber tenido implicaciones mortales.
“Cuando estás en el océano, lo único en lo que piensas y esperas es en llegar a salvo. Existen personas que están en el océano durante días, meses, y hay otras que no lo logran porque mueren”, dijo Arozarena a medios estadounidenses.
Alguna vez Arozarena dijo que cuando estás en uno de esos botes falsos en medio del Golfo de México, lo único que puedes hacer es esperar que sobrevivas.
El viaje le tomó 8 horas hasta llegar a Isla Mujeres. Ya en México, el gobierno del país le concedió el exilio político, para más adelante lograr la nacionalidad mexicana. Su familia vive ahora en Mérida.
“Honestamente, solo tienes que arriesgar tu vida por tu familia. Me arriesgué y afortunadamente llegué aquí sin ningún problema”, dijo Arozarena a MLB.com en 2020.
Arozarena sobrevivió y se convirtió en beisbolista de la Liga Mexicana de Béisbol y la Liga Mexicana del Pacífico, antes llegar a las Ligas Mayores.
El resto, como dicen, es historia. Ahora, toma su lugar como uno de los héroes del Clásico Mundial de Béisbol con México.
