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Uno de cada 10 conductores involucrados en accidentes de cruces ferroviarios se da a la fuga

Los cruces ferroviarios en carreteras de México continúan siendo sumamente peligrosos en temas de accidentes.

Por su extensión, la red férrea en México es una de las más grandes del mundo; tiene una longitud de 26 914 km y comunica a todos los estados, excepto a Baja California Sur, Guerrero y Quintana Roo.

En todo el mundo hay más de medio millón de cruces a nivel de caminos y calles con vías férreas. En México hay alrededor de 7,900.

No obstante, su alta siniestralidad continúa siendo un problema. Cifras de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario señalan que, en el periodo enero-junio de 2022, la categoría de siniestros con mayor número de reportes corresponde a cruces con 52.87% de participación.

Sin embargo, 348 de estos informes corresponden a arrollamiento de vehículo. Entre los estados con mayor número de reportes de arrollamiento de vehículo se encuentran:

Nuevo León (61 reportes – 17.53%),

Jalisco (34 reportes – 9.77%) y

Guanajuato (33 reportes – 9.48%).

En ese sentido, uno de cada 10 conductores involucrados en accidentes en cruces ferroviarios se da a la fuga, siendo los de vehículos particulares (59%) los que más huyen, seguido de los de tractocamiones (22%), camión unitario (9%) y autobús (5%).

¿Cómo se pueden mejorar los niveles de seguridad en los cruces ferroviarios?

cruces ferroviarios

Ante la situación, la Coordinación de Seguridad y Operación del Transporte señala sobre cuatro formas de mejorar significativamente los niveles de seguridad en los cruces a nivel ferrocarril-carretera:

• Exigir a los trenes que reduzcan la velocidad o se detengan cuando se aproximen a las intersecciones a nivel ferrocarril-carretera.

• Eliminar los pasos a nivel ferrocarril-carretera.

• Modificar el cruce (por ejemplo, convertir los cruces controlados pasivamente en cruces activos).

• Convencer a los operadores de vehículos de carretera de que presten más atención y busquen activamente los trenes cuando se aproximen y se dispongan a cruzar la vía férrea, y que si ven un tren le cedan el paso inmediatamente.

Desde el punto de vista del uso de combustibles fósiles y gases de efecto invernadero, el tren es un modo de transporte más respetuoso con el medio ambiente que la mayoría de los desplazamientos por carretera.

Sin embargo, la propia Coordinación de Seguridad y Operación del Transporte indica que aumentar la duración de los viajes en tren obligando a los trenes a reducir considerablemente su velocidad o a detenerse en los cruces puede desincentivar el uso del ferrocarril.

“La gran cantidad de energía necesaria para vencer la inercia para volver a acelerar un tren también consume mucha energía (sobre todo en los trenes de alta velocidad que atraviesan el país sin freno regenerativo)”.