Toyota traslada producción de Tacoma de Texas a Guanajuato
Tras la entrada en vigor del nuevo acuerdo comercial T-MEC, luego de más de dos años de negociaciones entre Canadá, México y Estados Unidos, los fabricantes de vehículos nuevamente están reabriendo el grifo del dinero en la región.
El fabricante japonés, por ejemplo, ha decidido hacer una reinversión en México, luego de tomar la decisión de dejar de producir el modelo en Texas, Estados Unidos, y trasladar ese volumen a Guanajuato, en medio del éxito que ha tenido la nueva generación de la pickup en el mercado estadounidense.
El complejo de Guanajuato, que actualmente tiene capacidad para producir 100,000 unidades al año, ensamblará 138,000 Tacomas a partir de enero de 2022, una vez que se haya ejercido la totalidad de la inversión adicional.
La construcción de la planta de Guanajuato se anunció a mediados de 2016, pero en 2017, en medio de una ola de críticas del presidente Donald Trump a los fabricantes que estaban invirtiendo en México para ensamblar vehículos y exportarlos a Estados Unidos, Toyota decidió cambiar el modelo que producirá en la nueva planta —camionetas Tacoma en lugar de autos Corolla—, redujo la inversión inicial —de 1,000 a 700 mdd— y recorrió la fecha de comienzo de operaciones de la nueva planta a 2020.
Meses después, en agosto de 2017, Toyota firmó una alianza con Mazda para construir una planta nueva en Estados Unidos dedicada al ensamble de 300,000 vehículos compactos al año, y se comprometió a que la mitad de esa producción fueran modelos Corolla.
Aunque en ese momento fue difícil explicar este cambio de planes, los directivos de la marca en México aseguran que fue la decisión correcta. “Cuando hicimos el cambio de Corolla a Tacoma, lo cual implicaba una inversión inicial menor, fue difícil defender que una pickup era mucho mejor producto para México que Corolla, porque veíamos venir este cambio en las tendencias de consumo en la región”, explica en entrevista Luis Lozano, presidente de Toyota Motors México. “En Estados Unidos ya es muy evidente que el sedán se está yendo para abajo y las pickups y los SUV están incrementando su demanda”, añade.
Mientras que en el mercado estadounidense las ventas de Tacoma bajaron 19.8% durante el segundo trimestre del año, el más ríspido para el sector debido a la pandemia del coronavirus, las de Corolla disminuyeron 45.6%, según datos de la compañía.
Lozano asegura que Toyota ha trabajado desde hace dos años en adaptar “todo lo que fuera necesario” para cumplir con los nuevos requerimientos del T-MEC. “Para nosotros es primordial que Tacoma cumpla con las nuevas reglas del acuerdo, ya que la mayoría de las unidades se exportarán a Estados Unidos”, dice Lozano.
Entre enero y agosto, Toyota ha ensamblado 80,798 unidades de Tacoma y las ha enviado todas a los pisos de venta estadounidenses, según datos de Inegi.
Lozano dice que Toyota tiene una base de proveeduría “brutal” en Norteamérica gracias a las 15 plantas que opera en la región, que han motivado la instalación de proveedores. Según datos del gobierno de Guanajuato, unas 50 empresas proveedoras se instalaron en el país para proveer a la japonesa, mientras que otros 100 proveedores invirtieron para expandir sus operaciones en el país, tras el anuncio del nuevo complejo de Guanajuato.
Además, Toyota fue una de las empresas que solicitó el régimen de transición alternativo, que a diferencia del estándar, proporciona “tiempo adicional y “un periodo de transición diferente” para cumplir con las reglas de origen para los vehículos establecidas en el nuevo T-MEC.
“Pocas empresas están en capacidad para anunciar inversión [en medio de esta crisis] y nosotros estamos en ello”, dice Lozano.