Solis deja presidencia de AMIA en plena crisis de venta de autos
Sorpresa, por decir lo menos, causó el anuncio de Eduardo Solís, quien a partir del 16 de enero dejará de ser presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, cargo que ocupa desde 2008.
Solís se retira para atender proyectos personales, pero se reconoce su trabajo por haber aportado casi 12 años de experiencia a la industria automotriz nacional, que se posicionó en el sexto lugar a nivel mundial en producción y en el cuarto en exportación de vehículos.
La salida de Solís de la AMIA se presenta cuando la industria del motor en México no pasa por buenos momentos ante la caída de la producción, así como de las ventas internas y externas de autos.
A eso se suma el reto de diseño e implementación de las reglas de origen para la industria automotriz en el T-MEC, donde se acordó que, a partir del año siete, para ser considerado originario, 70 por ciento del acero con el que se fabriquen los coches debe ser fundido y mezclado con materias primas de la región.
Además, se incrementa el valor de contenido regional de 62.5 a 75 por ciento y se obliga a que 40 por ciento del costo del vehículo se produzca en plantas que paguen salarios de 16 dólares estadounidenses por hora como mínimo.
Y como sal a la herida, está la norma ambiental que entró en vigor el pasado 1 de enero y que endurece la verificación vehicular para autos nuevos en la CDMX. Con todo eso por delante, se extrañará a Solís en la AMIA y en el sector automotor nacional.