Reparación de la 57 es una “mina de oro” que nunca acaba
Las obras que se desarrollan en la autopista federal 57 se convirtieron en negocio de particulares, ya que no se puede explicar de otra forma, por el tiempo y costo que ha representado este proceso de reparación, consideró el ingeniero, Miguel Ángel Zavala Robles.
Manifestó que las reparaciones en el tramo de Palmillas a Loma Linda llevan alrededor de un año y “Lo peor de todo, es que sólo habían empezado a pavimentar un carril del lado derecho, ese carril ya lo llevaban avanzado, cuando de repente me encuentro esta semana, que ya habían levantado, lo que ya habían hecho, están ahí con las máquinas levantando el nuevo concreto y la pregunta es ¿Quién va a pagar este desperfecto?”.
Dijo que desde hace 12 años radica a San Juan del Río, tiempo en que ha observado reparaciones consecutivas, de lenta ejecución, que ocasionan accidentes con pérdidas humanas y materiales.
“Uno no desarrolla algo que requiere un mantenimiento tan grande, tan costoso y tan inmediato. Esto ha pasado a ser un negocio, quién sabe de quiénes, porque ya ha trascendido de sexenio en sexenio, ya no podemos hablar de colores o partidos”.
Precisó que es una carretera de concreto armado afectado por el tráfico excesivo, sobre todo por el tránsito de tráileres con doble remolque, que deberían ser desviados, ya que generan sobrepeso y sobrecosto en el mantenimiento.
Refirió que, además, las reparaciones se hacen de forma deficiente, ya que se ejecutan por secciones dispersas y lo ideal, consideró, es renovar la totalidad de cada carril, uno por uno para evitar accidentes.
“Es una carretera mal construida, pero sobre todo mal reparada, porque la han reparado, digamos, como un dominó de reparaciones, un pedazo sí, un pedazo no. Fraguar el concreto de manera particular, simple y llanamente con el tiempo se fractura”.