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Puertos mexicanos deben ser centro logístico global

“El objetivo de esta administración con la apuesta por hacer crecer sus puertos, es que México se convierta en un centro logístico global para facilitar el tránsito de bienes de manera más eficiente”, dice el titular de la Coordinación de Puertos de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT), Guillermo Ruiz de Teresa, quien se ha fijado la meta de ampliar la capacidad de los puertos de siete a casi 12 millones de contenedores al año.

Para Germán Tirado Moraila, presidente de la Asociación de Terminales y Operadores Portuarias (ATOP), de lograrse esa meta para el 2018 se deberá incrementar la capacidad portuaria a 500 millones de toneladas al año. Esto implicará crecimientos en el manejo de carga de 9.5% anual, lo cual necesariamente irá de la mano del desempeño que tenga la economía.

Mientras ese escenario se cumple, desde la SCT se busca fortalecer la gestión de las llamadas Administraciones Portuarias Integrales (API’s), entidades responsables de manejar los puertos y donde la estrategia se dirige a convertirlas en organizaciones productivas y generadoras de empleo.

La idea —añade Ruiz de Teresa— es que todos los directores de las API’s fijen objetivos y establezcan metas con la finalidad de que los puertos sean autosuficientes, tengan oportunidades de desarrollo, de inversión y a la postre de crecimiento.

Empero, en lo que va de este sexenio no se ha licitado ni una sola terminal portuaria, y en el caso de la inauguración de la de Hutchinson Port Holdings en Lázaro Cárdenas, se trató en realidad de una ampliación que viene de 2003 luego de tres intentos, lo que refleja que aún falta planeación en un sector de alto potencial.

El director de Fomento y Administración Portuaria, Fernando Gamboa, enfatiza que aún se tienen que identificar las fortalezas en cada puerto, en marina mercante y en las capitanías para definir el costo-beneficio de todas las nuevas inversiones, lo que implica crear un mapa de ruta de aquí al 2018.

La importancia que tiene impulsar el comercio marítimo significa grandes beneficios para las exportaciones. A nivel mundial los puertos mueven entre 60 y 70% del comercio total, y sólo como referencia en Estados Unidos el 20% de su comercio se traslada vía marítima.

De ahí que a decir de Gamboa, una de las labores primordiales de los puertos es la promoción del comercio, saber cómo aumentar las exportaciones por esas vías e identificar claramente el tipo de infraestructura que permita hacer más eficaz la entrada y salida de la mercancías. Quizá haya incluso la necesidad de revisar el marco legal en el tema.

Tirado Moraila señala que otro aspecto relevante en el sector, es que la actividad portuaria sigue concentrándose en las terminales de Manzanillo (Colima), Lázaro Cárdenas (Michoacán), Veracruz (Veracruz) y Altamira (Tamaulipas) las cuales se tendrán que adaptar a las nuevas tendencias del comercio global.

Las expectativas de crecimiento en el litoral del Pacífico se basan en el creciente comercio con Estados Unidos y Asia, mientras que en el Golfo de México la promesa es la mayor actividad marítima que traerá la reforma energética a partir de la explotación en aguas someras y aguas profundas.

Apuesta por Veracruz

En ese tenor, una terminal que elevará su capacidad de manera relevante es Veracruz, esto con la idea de atender la necesidad de carga para los próximas décadas.

La inversión sexenal para la nueva terminal de Veracruz será de 27 mil 545 millones de pesos, de los cuales 18 mil 740 serán recursos públicos y ocho mil 805 inversión privada, explica Ruiz de Teresa.

La obra arrancará con la construcción de un rompeolas que significará canalizar a Veracruz casi 3 mil millones de pesos. Abarcará cuatro mil 245 metros donde la idea es dragar y construir los rellenos donde se situarán las terminales para que, a finales de 2017, pueda llegar el primer buque con carga y con ello responder a la saturación que desde hace años tiene ese puerto del Golfo de México.

Esta obra, añade Ruiz de Teresa, se suma a una cartera de inversiones que al finalizar el año ascenderán a 4 mil 121 millones de pesos. Contemplará el libramiento ferroviario Santa Fe que conectará el nuevo puerto a la red ferroviaria nacional en una apuesta por el transporte multimodal donde uno de las industrias más beneficiadas será la automotriz.

Se trata de un gran esfuerzo para que el puerto de Veracruz retome el lugar que históricamente tuvo y porque a la fecha mueve el 66 por ciento de los vehículos que se importan o exportan vía marítima y el 48% del granel agrícola.

La idea es que un automóvil que en los próximos años se ensamble de una planta ubicada en Puebla, en cuestión de horas, esté en Veracruz listo para su traslado a los mercados de exportación.

Inversiones crecientes

Aunque la mayor parte de las nuevas inversiones en puertos deberán provenir del sector privado, el gobierno federal ha iniciado ese proceso que potencialice el sector.

Sólo en lo que va de la administración, la SCT ha invertido más de mil millones de dólares en los puertos, lo que significa 75% más que el promedio anual de la década pasada, pues se tiene claro que los puertos son la puerta de entrada a los países y puntos neurálgicos para satisfacer las necesidades de la población. Por ello Ruiz de Teresa enfatiza que “es asunto de seguridad nacional que su administración permanezca en manos del Estado y, al mismo tiempo, se permita la participación del sector privado”.

La Asociación Americana de Autoridades Portuarias (AAPA), señala que a pesar de los vaivenes de la economía global, el comercio exterior se sigue moviendo vía barco con tasas de crecimiento de 3% anual en las últimas cuatro décadas, lo que ha sido identificado por toda la cadena logística que opera alrededor de los puertos.

En el caso de Tuxpan, Veracruz, uno de los imanes para la atracción de inversiones es la puesta en marcha de terminales privadas portuarias. Éstas capitalizarán la conclusión de la autopista México-Tuxpan que hará que en cosa de tres horas y media, un contenedor pueda estar en el principal centro de consumo del país, es decir, el Distrito Federal y su zona metropolitana.

Tuxpan recibirá por primera vez una inversión de 800 millones de dólares y se ubicará como una zona de exportación de vehículos, ya que es el más cercano al centro del país y al Bajío en donde se produce la mayor cantidad de automóviles.

Respecto del Pacífico, la SCT canaliza inversiones significativas en los puertos de Manzanillo, Colima -mil millones de dólares- y Lázaro Cárdenas, Michoacán, por la misma cantidad. Ambos tienen un calado de 19 metros por lo que pueden recibir barcos de hasta 19 mil contenedores.

El motor de la Reforma Energética

Para el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, la reforma energética tendrá gran impacto en el Golfo de México, por ello, a través de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante trabaja en la construcción de tres nuevas terminales estratégicas en esa zona, así como en la modernización y ampliación de otros puertos en todo el país.

Hoy el comercio marítimo del Pacífico es cuatro veces mayor al del Golfo de México; no obstante, con la apertura que tendrá el capital privado para invertir en la extracción de petróleo y gas se dará un vuelco al detonarse nuevas inversiones y acrecentar el movimiento de bienes y servicios en esta región.

Ruiz de Teresa precisa que la coordinación a su cargo invierte mil 300 millones de pesos en el puerto de Matamoros, Tamaulipas, con el objetivo de crear un muelle de altas especificaciones para recibir barcos de última generación. Mientras que en Campeche desarrolla infraestructura para el puerto de Seybaplaya y el que está en Ciudad del Carmen, los cuales registrarán un crecimiento exponencial ya que por su naturaleza y ubicación desarrollarán productos derivados de la actividad petrolera.

Otro puerto que está creciendo es Progreso en Yucatán, con dos mil millones de pesos para intensificar el desarrollo de combustibles en la Península, toda vez que es el principal proveedor de Quintana Roo, el cual ocupa el segundo lugar a nivel nacional en el consumo de turbosina, básicamente por la demanda que genera Cancún y la Riviera Maya.

Por lo que refiere al puerto de Dos Bocas, en Tabasco, en 2014 se inauguró una zona industrial que resultaba fundamental para desarrollar la logística en la entidad, y en Coatzacoalcos, Veracruz, considerado el tercer puerto a nivel nacional, se ejercieron recursos por 5 mil millones de dólares en la zona de Pajaritos, para generar Etileno 21 y trasladar fertilizantes.

En cuando al puerto de Tampico, Tamaulipas, uno de los más antiguos, de naturaleza prácticamente petrolera, se planea cambiar su vocación, darle un carácter turístico y trasladar la producción al puerto de Altamira, el de mayor crecimiento en el país, donde se llevan a cabo otros proyectos con un monto de 11 mil millones de pesos.

“Si México logra ampliar significativamente la capacidad de sus puertos podrá elevar su productividad”, señala Gamboa, quien ha estado muy cerca de las API’S para que definan su plan de trabajo de aquí a lo que resta del sexenio en lo que puede ser el despegue de la marina mercante.

Fuente Entorno inteligente

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