Pendientes descendentes y camiones de carga: una peligrosa combinación que se puede prevenir
Un camión de tipo revolvedora está volcado y totalmente destruido; a unos cuantos metros de él, una decena de vehículos están en las mismas condiciones. El saldo es una persona muerta y varios heridos.
El accidente se dio a finales de octubre de 2021 en San Luis Potosí, cuando el operador del camión que descendía por la pendiente de Avenida Chapultepec, perdió el control de la unidad y se estrelló de frente contra los autos que esperaban cruzar la avenida. Aparentemente el conductor se quedó sin frenos.
Por desgracia, los accidentes de vehículos pesados en tramos que cuentan con pendientes se presentan con preocupante reiteración en nuestro país durante los últimos años.
Se estima que, en nuestro país, 6 de cada 10 de los accidentes de vehículos de carga se presentan sobre un tramo carretero con alineamiento vertical, y el 40% restante ocurre en pendiente (13% ascendente y 26% descendente).
Cabe señalar que para el caso específico de los vehículos que sufrieron una “volcadura” el 61% fue en tramos en pendiente.
Según cifras oficiales, ocurren más accidentes en pendientes descendentes que en ascendentes – por ejemplo, una pendiente descendente de 2 por ciento puede generar tres veces más accidentes que esa misma pendiente en ascenso.
Los principales tipos de accidentes en pendientes descendentes largas son colisiones o salidas del camino por velocidades elevadas. La razón principal del alto número de accidentes de vehículos grandes y pesados en pendientes descendentes es la falla de los frenos (en 60% de los casos)
Pendientes y camiones de carga
Los vehículos pesados juegan un papel preponderante en el transporte de bienes por carretera, los cuales deben contar con capacidades suficientes para garantizar su operación y tránsito seguro.
Un sistema fundamental es el del tren motriz, pues transmite el par desde el motor hasta las ruedas tractivas para producir el movimiento de avance, por lo que su capacidad tractiva define en gran medida los límites de su operación.
Un indicador común es la capacidad de conducir en una pendiente cuesta abajo. Si bien son relativamente pocos los tipos de configuraciones vehiculares de servicio pesado consideradas en la NOM-012-SCT-2-2017 para circular en las carreteras federales mexicanas, existe gran cantidad de vehículos con alta diversidad en la integración de elementos del sistema de transmisión.
Estos transitan con diferentes niveles de carga por carreteras con distintas condiciones superficiales y de pendiente. Ante ello, aquí están algunas recomendaciones sobre cómo conducir en pendientes descendentes.
Consejos en pendientes
De acuerdo con la Coordinación de Seguridad y Operación del Transporte, es recomendable para los camiones de carga en pendiente sostenida (igual o superior a 3% y longitud igual o superior a 800 m) y sentido descendente, antes de comenzar la pendiente, lo siguiente:
-Reducir la velocidad (p. ej. a 50 km/h); y
-Cambiar la transmisión a una velocidad baja.
A la par, no es recomendable cambiar la transmisión a una velocidad baja después de avanzar cuesta abajo y que la velocidad haya aumentado, dado que en este caso es posible que no se pueda volver a acelerar, se dañará la transmisión probablemente y se perderá todo el efecto de frenado del motor.
Ir a una velocidad más baja ayuda a controlarla mejor y no se tendrá que frenar tan bruscamente. El frenado de motor es fundamental para evitar el sobrecalentamiento del sistema de frenos.
En sentido ascendente, por el contrario, es recomendable cambiar la transmisión a la velocidad más alta posible, ya que en este caso se necesita que la rueda gane el mayor impulso a la menor fuerza posible.
De acuerdo con la United World Transportation, los conductores deben considerar si sus remolques están llenos o vacíos, ya que esto afectará drásticamente su navegación en las pendientes.
“Como regla general, si transporta menos de 25.000 libras, puede viajar a la velocidad de camión publicada (o de 16 a 24 km/h por debajo del límite de velocidad regular). Esta regla general es cuando el camino está seco y las condiciones son favorables”. Otra recomendación para conducir cuesta abajo es no seguir las huellas del vehículo que se lleve adelante. Es más seguro que se vaya haciendo su propia pista yendo un poco hacia la derecha, esta es una forma de obtener el beneficio de tracción de la grava desde el acotamiento.