Microsoft invierte en tecnología para transporte marítimo
La filial de capital de riesgo de Microsoft, M12, acaba de anunciar que encabezará una ronda de financiamiento Serie A de US$ 11 millones para Nautilus Labs, startup neoyorquina que utiliza inteligencia artificial para que los barcos ahorren combustible.
Del mismo modo, la californiana NVIDIA trabaja con otra startup dedicada a la inteligencia artificial en San Francisco y la japonesa Hitachi busca implementar tecnología similar en Europa.
Loa barcos marítimos, que transportan alrededor del 90% de los bienes del mundo, generan cerca del 3% de las emisiones mundiales de carbono y además gastan mucho combustible tomando malas decisiones.
“La mayoría de las empresas no saben o no tienen certeza sobre la cantidad de combustible que realmente consumen sus barcos”, comentó Matt Heider, director ejecutivo de Nautilus Labs. Datos más frecuentes sobre patrones climáticos y velocidad de las embarcaciones pueden ayudar a tomar mejores decisiones que comiencen a reducir el uso de combustible, planteó.
Es ahí donde intervienen las empresas tecnológicas. Nautilus explica que puede usar inteligencia artificial para entregar información analítica y alertas en tiempo real a las tripulaciones de buques que podrían permitir ahorrar más de un 10% en emisiones en un solo viaje. Por ejemplo, si se descubre que un barco viaja demasiado rápido en la noche, podría reducir la velocidad para ahorrar combustible.
Eso es cada vez más importante, ya que nuevas reglas internacionales exigirán que los buques contaminen menos. En conjunto, los barcos comerciales ya gastan US$ 100,000 millones al año en combustóleo rico en azufre que está dentro de los hidrocarburos más sucios del mundo, lo que representa aproximadamente el 5% de la demanda mundial de petróleo.
El combustible más limpio y de grado superior y el biocombustible son más caros, un incentivo adicional para que las empresas usen menos.
Mejorar la eficiencia con datos es potencialmente más barato y más rápido que algunas de las otras iniciativas en curso actualmente, que incluyen la instalación de depuradores en barcos comerciales que mantienen el azufre fuera del aire y el desarrollo de nuevas tecnologías de burbujas de viento y aire para reducir la fricción en sus embarcaciones.