Inseguridad, bloqueos y el salario del miedo en el transporte
Por MARÍA DORIS HERNÁNDEZ OCHOA
La inseguridad en las carreteras del país va en aumento; la autoridad federal poco o nulo caso observa para resolver el problema de los asaltos, robos de mercancía o incluso el mismo camión, con las consiguiente pérdidas para la empresa transportista.
Ahora sí, como se titulaba una antigua película, el operador del camión percibe “El salario del miedo”, que lo deja sin incentivos pero sí con temores de que perezca en algún asalto en carretera.
El Sistema Nacional de Seguridad Pública revela que Morelos es el estado que posee la mayor tasa de robos en el año 2020, alrededor de 100 cada trimestre registrados, la mayoría con violencia.
Las peores rutas están en los tramos Puebla-Córdoba, México-Querétaro y otros que tienen como epicentro esta ciudad, con el riesgo que se incrementen los delitos en otros tramos en cuanto empiecen a ser sustituidos los agente de la Policía Federal de Caminos por cadetes del Ejército, una substitución de dudoso éxito.
Otro problema que se adiciona es el bloqueo de carreteras por motivos ajenos a las empresas transportistas.
Ilegal acción realizada con el fin de presionar a la autoridad sobre alguna reclamación cuya atención está en otra esfera.
No en las carreteras, como las que se han sufrido en los tramos tamaulipecos en estos últimos días (noviembre-diciembre de 2020), con afectación adicional al conductor particular.
Las 39 casetas de cobro no están exentas. Se posesionan en algunas de las de mayor tránsito grupos de mozalbetes que cancelan la taquilla y cobran a su criterio por el paso, embolsándose graciosa e impunemente el dinero…
Para sus fines “sociales”.
Este es un delito también gravísimo, además de que al gobierno no ingresan cientos de millones de pesos, por dejar hacer y ahora, literalmente, dejar pasar.
Ante los robos y bloqueos, la Secretaría de Gobernación no tiene equipo ni suficiente fuerza para prevenir, mitigar y aplicar la ley.
Y es que no hay otra forma de transportar mercancías, incluyendo partes que van a las armadoras automotrices. La empresa de combustibles, la farmacéutica de alimentos y otras dependen del transporte por carretera.
La práctica de la austeridad oficial en este rubro está costando más que las pérdidas en todos los campos; hacer más con menos aquí es una mala fórmula porque a todos debilita… Y el problema se multiplica.
Fuente https://www.milenio.com/opinion/maria-doris-hernandez-ochoa/columna-maria-doris-hernandez-ochoa/la-empresa-del-transporte-sin-apoyo-ni-seguridad
