Industria Automotriz podría ser afectada por entorno sociopolítico
La industria automotriz, la actividad económica que genera las mayores divisas en México, no resultó afectada en sus resultados globales por las movilizaciones magisteriales, pero pudiera resentir efectos negativos debido a un deterioro de la situación sociopolítica, afirmaron este lunes dirigentes del sector.
En julio, la producción de vehículos ligeros ascendió a 284 mil 398 unidades, una cifra superior en 11.8 por ciento frente a igual lapso del año pasado, mientras que la exportación registró un descenso de apenas 0.4 por ciento en los lapsos de referencia, informó Fausto Cuevas Mesa, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en una conferencia de prensa.
En tanto, la venta al público repuntó en julio casi 18 por ciento a un total de 131 mil 764 unidades, de acuerdo con Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores.
Cuevas Mesa dijo que la industria no alcanzó una “fase de crisis” por las movilizaciones magisteriales, que se caracterizaron por los bloqueos a carreteras y vías férreas. No obstante, las compañías buscaron alternativas para evitar una paralización de las líneas de producción, que les generaron aumento en los costos, agregó.
En el caso de los distribuidores, las mayores afectaciones ocurrieron en las agencias de Oaxaca por los obstáculos que tuvieron para recibir vehículos nuevos y refacciones, una situación que generó un sobrecosto de traslados de dos mil pesos por vehículo. Además, una agencia en Juchitán debió cerrar por las manifestaciones, dijo Rosales.
Los dos dirigentes empresariales coincidieron en advertir sobre un deterioro de la situación política en el país, en este año y en 2018.
Rosales explicó que en 2016 y 2017 esperan crecimientos moderados en las ventas internas de vehículos ligeros. Sin embargo, manifestó que espera que “no se deteriore” la situación política cuando se realicen las elecciones de 2018.
Cuevas Mesa dijo, a su vez, que existe una caída en los índices de confianza del consumidor mexicano, pero ello obedece más a la coyuntura política y no a un “deterioro” de la economía o del poder adquisitivo.
Fuente Jornada