Huachicoleros carreteros inventan causas para extorsionar autos y camiones
En un video publicado el pasado 23 de noviembre en la cuenta de Supercivicos se aprecia cómo 16 vehículos se pasan sin pagar una caseta de cobro ubicada en el Circuito Exterior Mexiquense. Combis de transporte público y automóviles particulares eluden el pago del peaje sencillamente apartando la pluma que da acceso a la carretera de cuota.
Esta, a decir de Marco Frías, presidente de la Asociación de Concesionarios de Infraestructura Vial, es la nueva sangría económica para los operadores de autopistas de cuota en el país, con montos equivalentes a lo que cuesta construir un hospital.
“En lo que toca a evasión de peaje en el último año calculamos que alrededor de 19 millones de vehículos evadieron peajes en toda la red. Esto representa cargas de alrededor de 1,500 o 1,600 millones de pesos”, nos dijo.
“Es un tema, insisto, igualmente pernicioso que la toma de casetas. Son parte del mismo fenómeno. Incluso son las mismas organizaciones que se dedican a tomar casetas las que están incentivando la evasión de peaje”.
De acuerdo con Frías, la evasión de peaje se ha incrementado, mientras que la toma de casetas va en descenso. Atribuyó esto a que en conjunto con autoridades se implementó el programa Caseta Segura y el Congreso mexicano aprobó reformas a la Ley de las Vías Generales de Comunicación, que contempla penas de 2 a 9 años de cárcel y una multa equivalente a 200,000 veces el valor diario de la Unidad de Medida y Actualización a quien lucre con la toma de casetas.
El costo millonario de la toma de casetas
La toma de casetas dejó al país pérdidas por 4,121 millones de pesos en 2020.
En su comparecencia de octubre pasado ante el Senado, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz Leal, informó que las pérdidas se distribuyeron de la siguiente manera:
1,526 millones de pesos en las carreteras del Fonadin, que opera Capufe; 2,371 millones en las que opera la concesionaria IDEAL; 62.6 millones en las operadas por la Red de Carreteras de Occidente; 154 millones en la red propia de Capufe y 5.9 millones en el Paquete Carretero Michoacán, en Aguililla.
La cifra de pérdidas ocasionadas por la toma de casetas contrasta con losingresos reportados a través del sistema de telepeaje de Caminos y Puentes Federales de Ingreso y Servicios Conexos. Estos sumaron 13,975 millones de pesos de casi 100 millones de cruces vehiculares, según citó el mismo funcionario en su comparecencia ante la Cámara de Diputados con motivo de la glosa del tercer Informe de Gobierno.
Comparativamente, las pérdidas por la toma de casetas es casi el 30% de esta cifra.
Para Marco Frías, el problema es que hay grupos organizados que están obteniendo recursos en efectivo de la toma de casetas, es decir, hacen negocio o lucran. “En 95% de las casetas tomadas se puede identificar este lucro”, nos comentó.
“Nada más en 2019 y 2020 todas las tomas representaron pérdidas por 20,000 millones de pesos”.
Para Frías, la diferencia entre la toma de casetas para obtener ganancias y una protesta social que recurra a este tipo de acciones como medidas de presión está en que los grupos organizados exigen un monto para permitir a los automovilistas el paso.
Agregó que los fondos obtenidos por estas organizaciones se destinan a financiar más tomas de casetas.
“Hay un caso que yo conozco, en Ensenada, en donde una persona sacaba a personas que estaban internadas en un centro de rehabilitación, les pagaba 70 pesos el día y tomaban la caseta, pero resulta que esa caseta generaba durante el día 800,000 pesos. Entonces esta persona le pagaba 70 pesos a cuarenta personas, le costaba 2,800 pesos, pero sacaba mucho más. Es un negocio ilegal pero muy lucrativo”, nos relató.
De acuerdo con cifras del INEGI, en 2020 a nivel nacional las instituciones de seguridad pública estatal reportaron 3,331 tomas de casetas de peaje y 1,156 obstrucciones de carreteras en los estados de la República.
Sobre los estados en los que se registra la mayor toma de casetas, la Asociación de Concesionarios de Infraestructura Vial identificó a Guerrero, Morelos, Michoacán, el oriente del Estado de México y Sonora.
¿Cómo comienza el huachicol carretero?
De acuerdo con Marco Frías el huachicol carretero comenzó en 2017, después de las alzas en los precios de los combustibles conocidas como “gasolinazos”, durante la administración de Enrique Peña Nieto.
Para el experto, estos eventos detonaron la toma de casetas, pero el problema se agravó en 2018 y siguió creciendo en 2019 y 2020.
Esto provocó que el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador lo calificara como huachicol, nombre con el que ya se le conoce desde la conferencia matutina del 16 de octubre de 2020.
En esa ocasión, AMLO presentó una diapositiva, en la que mostraba la cantidad de dinero que se evitó cayera en manos de quienes se apoderan de las casetas: 8,000 millones de pesos. “¿Y por qué esto es lo mismo del huachicol? ¿Quiénes se dedican a esto? Pues gente que se malacostumbró y además decían: ¿Si roban arriba, por qué nosotros no? ¿Y a qué autoridad le importaba? A nadie”, dijo.
¿Protesta social o negocio?
Decenas de jóvenes que afirman ser estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa llegan alrededor de las 11 de la mañana a la caseta de Palo Blanco, en el kilómetro 288 de la carretera Cuernavaca-Acapulco.
Todos llevan la cara embozada y esperan a los costados de la carretera, en ambos sentidos, para tomar la caseta. De pronto algunos toman la iniciativa y comienzan a detener el tráfico. Acaban de tomar las casetas.
Algunos sostienen las plumas de acceso mientras otros exhiben un billete de 100 pesos a quienes circulan por ahí. Es la aportación mínima que solicitan. Sin embargo la mayoría de los automovilistas les dan algunas monedas a cambio de las cuales entregan volantes fotocopiados en los que piden informes sobre la desaparición de sus compañeros.
“Madres y padres de los 43 estudiantes desaparecidos solicitan de tu ayuda. Tienes alguna información del caso Ayotzinapa infórmanos si lo deseas de manera anónima habrá recompensa por tu apoyo”, se lee en el volante.
Sin embargo, al marcar el número no hay respuesta.
La desaparición de los normalistas de Ayotzinapa el 26 de septiembre de 2014 luego que policías de Iguala los detuvieron y entregaron al cártel Guerreros Unidos agudizó la toma de casetas en el estado de Guerrero.
Pero ¿Cómo diferenciar una protesta social del lucro? Para Marco Frías la diferencia está en la extorsión, en la violencia y en el cobro obligado de una tarifa por parte de los grupos que toman las casetas.
“Hay organizaciones que incluso empezaron a secuestrar causas sociales. Hay agrupaciones que se hacen llamar Pro Defensa de Grupos Afomexicanos o En Defensa de Presos Políticos. Pero realmente lo que hacían era secuestrar causas sociales y a partir de estas banderas falsas se dedicaban a la extorsión, para generar una justificación que les permita extorsionar a los usuarios y a llevarse estos recursos de manera ilegal”, nos dijo. “En 95% de los casos de casetas tomadas se presenta esta cuestión de lucro”.
Otra de las agrupaciones que identifica como estos grupos organizados que financian sus actividades a partir de la toma de casetas es Resistencia Civil Pacífica, agrupación que según la Asociación de Concesionarios de Infraestructura Vial es la que más casetas ha tomado en los últimos tres años, además de fomentar la evasión de peaje con el argumento del libre tránsito.
¿Es el huachicol carretero una nueva forma del crimen organizado?