‘Hasta la vista baby’. Robots ‘invaden’ fabricación y descarga de camiones
El uso de robots en la industria de vehículos pesados es una práctica cada vez más común en todo el mundo y su implementación acarrea beneficios cuantitavos en todos los niveles.
Muchos fabricantes y sus proveedores se sirven de soluciones robóticas para sus procesos de fabricación. el montaje de la transmisión, los componentes de carrocería y la pintura del producto final.
Si bien la industria automotriz no es la excepción, pocos de estos autómatas participan directamente en la cadena de montaje, orientando su trabajo mayoritariamente al transporte de mercancía o a la distribución de artículos dentro de cada complejo.
Marcas automotrices como SEAT se han servido de la Industria 4.0 para colocar robots colaborativos (cobots) en sus complejos, los cuales se encargan de colocar los nombres de los autos durante su paso inicial por la línea de producción.
En el caso de las fábricas de vehículos pesados, la participación de los robots industriales es aún más significativa. La planta de Scania en Sao Paulo, Brasil, emplea robots en el proceso de construcción de las cabinas, la cual se realiza mediante soldadura láser.
Los autómatas fungen como scanner para tomar fotografías de la superficie de la cabina y así compararlas con las medidas del modelo virtual 3D para que sean exactamente iguales. Se pueden examinar casi 200 puntos y el proceso tiene una duración menor a 10 minutos, dando como resultado una delimitación perfecta.
A la par, la propia marca posee en su planta de Oskarshamn, Suecia, más de 285 robots industriales, donde una sola línea de producción permite fabricar distintas cabinas a petición de cada cliente, y en la cual la participación de los robots es sumamente importante en la optimización de los tiempos.
¿Robots en la carga y descarga de camiones?
Si los robots se ‘empoderaron’ en las fábricas de camiones, ahora lo empiezan a hacer en los almacenes. Marcas como Siemens o Honeywell recurren cada vez a la automatización (robots) para descargar camiones en sus centros logísticos.
A través de cintas transportadoras que clasifican los paquetes, las máquinas retiran las cajas de la parte trasera del trailer. En el momento que las cintas ruedan, la mercancía se dirige hacia fuera del camión y la máquina se conecta con ellas para trasladar las cajas al almacén.
Se estima que la descarga completa de un camión con robots tarda menos de 10 minutos, a diferencia del humano que llega a hacerlo en casi una hora. Para aplicar el sistema, el remolque del camión debe ser modificado.
La compañía Dorabot fue más allá, y ha buscado maneras de automatizar la carga antes que la descarga. Para ello, promete llenar el 60% de la capacidad de un remolque en una hora, a través de un mecanismo robótico que emplea inteligencia artificial.
Soluciones robóticas aún tienen mucho por mejorar
La industria 4.0 supone gran parte de la automatización en la producción de productos a nivel mundial. Esto es posible mediante el desarrollo de la inteligencia artificial y la integración de los datos que les permita a las fábricas reducir tiempos y costos, además de realizar labores más ágiles y rentables.
Si bien su implementación se ha dado de manera paulatina, existe un atraso significativo en la capacitación y adecuación de esta nueva era tecnológica al tema de las fábricas automotores.
De acuerdo con expertos en el tema, hay un divorcio entre las tecnologías de la información y las de operación, lo cual supone un grave problema de desarrollo en el intento por agregar mecanismos de industria 4.0 en los complejos de manufactura.
En el caso de la descarga de mercancías, el problema es aún mayor. Hay que considerar que los camiones y remolques poseen diferentes formas y tamaños, además de que su carga generalmente varía en peso, forma y dimensiones.
Según especialistas, los brazos robóticos pueden funcionar en operaciones donde los artículos se cargan en cajas de tamaño similar, pero no así en aplicaciones que requieren la descarga de una gran variedad de SKU (diferentes presentaciones con las que se mueven las referencias de un producto en la cadena de suministro como kg, litros, etc).
Si a esto le sumamos que la mercancía no siempre se carga de forma uniforme dentro del remolque, el éxito de las máquinas autómatas se verá perjudicado por la dificultad de ubicar y extraer las cajas.
Otro obstáculo es que estos sistemas funcionan bien en operaciones que manejan artículos relativamente resistentes, pero no son adecuados para aquellos productos frágiles como cajas de vino o de cristalería.
A pesar de ello, se estima que para el año 2030, la automatización y digitalización representará 14% del PIB de toda la industria manufacturera, según cifras de la consultoría PwC.