Expertos afirman que hoy no circula sabatino no ayuda a disminuir contaminación
Los programas ambientales que ha implementado el Gobierno del Distrito Federal padecen errores de diseño y no han abonado para reducir los niveles de contaminación en la capital, de acuerdo con expertos y ambientalistas consultados por SinEmbargo. Prueba de ello, dicen, son las constantes fases de precontingencia ambiental por ozono que lleva a cabo la Comisión Ambiental de la Megalópolis.
Una de los programas ambientales que el GDF ha diseñado para controlar las emisiones de contaminantes es el “Hoy no Circula Sabatino”, la medida entró en vigor el 1 de julio del año pasado en medio de protestas de automovilistas. Provocó distintas críticas. Incluso el ex Jefe de Gobierno capitalino Andrés Manuel López Obrador pidió eliminarlo.
Pero Miguel Ángel Mancera decidió mantenerlo.
“Yo fui bastante crítico del programa ‘Hoy No Circula Sabatino’, los argumentos que se habían elaborado carecían de cualquier argumento creíble. Lo que la Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal (Sedema) decía es que durante los últimos años se había encontrado que había un crecimiento significativo de las emisiones los días viernes, por eso se proponía una actualización del programa ‘Hoy no Circula’ hacia los fines de semana”, explicó el Maestro Roberto Constantino Toto, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Campus Xochimilco.
De acuerdo con el también especialista en medio ambiente, el programa sonaba poco convincente como un instrumento de política pública, además, dijo, la autoridades capitalinas argumentaban que había un conjunto de información científica en la que se habían apoyado y citaban como una de las fuentes al Centro Mario Molina.
“Yo en su momento solicité los materiales de la información que sustentaba el hecho de la implementación del programa ‘Hoy no Circula Sabatino’, pero nunca los recibí”, expuso el profesor Constantino Toto.
Desde finales de 1989 comenzó a aplicarse el programa “Hoy no Circula” como medida de planificación temporal para reducir la contaminación atmosférica que había alcanzado en esa época niveles alarmantes originados por las emisiones de los autos particulares.
Sin embargo, esta política ambiental poco ayudó para mejorar la calidad de aire y la salud de los capitalinos, a decir de los académicos, en México y específicamente en el Distrito Federal, no hay una estrategia clara de cómo complementar las medidas de ordenamiento urbano para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la sociedad.
“Los programas ambientales en la capital pueden ser una buena idea, pero no son programas que han promovido el uso del transporte público o incluso de caminar”, señaló la Maestra en Ciencias Cristina Ayala Azcárraga, del instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Una de los programas ambientales que el GDF ha diseñado para controlar las emisiones de contaminantes es el “Hoy no Circula Sabatino”. Foto: Cuartoscuro
Una de los programas ambientales que el GDF ha diseñado para controlar las emisiones de contaminantes es el “Hoy no Circula Sabatino”. Foto: Cuartoscuro
El pasado 17 de junio, el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) exhortó a la Secretaria del Medio Ambiente, Tanya Muller, y al coordinador de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), Martín Alberto Gutiérrez Lacayo, para que remitieran un informe pormenorizado de la actuación del Programa de Contingencias Ambientales Atmosféricas ante las precontigencias ambientales que se presentaron en los últimos días.
De acuerdo con datos de la Sedema, de los más de 170 días transcurridos en este año, 121 han registrado mala calidad del aire, por encima de los 100 puntos del Índice Metropolitano de Calidad del Aire (Imeca).
Del 1 de enero al 10 de junio de 2011 se registraron 125 días con mala calidad del aire, mientras entre 2008 y 2014 el número de días contaminados al año fue menor a 98. Sin embargo, durante 2015, por las malas condiciones atmosféricas, durante estos 121 días se decretaron cinco precontingencias que suman 10 días con más de 150 puntos Imeca.
El programa de contingencias ambientales atmosféricas reúne un conjunto de medidas que aplican cuando se presenta en un episodio de contaminación severa por ozono o partículas menores a 10 micrometros, que ponen en riesgo la salud de la población en general y principalmente a los grupos sensibles, niños y adultos mayores.
De acuerdo con la Secretaría de Salud del Distrito Federal, el 30 por ciento de las personas atendidas en hospitales y centros de salud están relacionadas con afecciones respiratorias.
Para los expertos, los programas ambientales en el Distrito Federal deberían atender el problema desde la raíz, no basta con disminuir el uso de automóviles particulares.
“La Secretaría de Medio Ambiente suele proponer acciones como programas de aventones, cosas que cualquier biólogo y ecólogo sabe que no tiene ningún impacto real en el ambiente, que sí, son buenas ideas si se aplican en países que no tienen problemas graves de contaminación, pero aquí no van a arreglar nada”, indicó la también coordinadora de los Proyectos de Restauración de Xochimilco, Cristina Ayala.
Los académicos coincidieron en que existen dos hechos muy importantes que describen la falla de los programas ambientales del DF. El primero es que la política está mal encaminada y la segunda, el incremento de megaobras y vialidades.
“Por un lado, la Sedema realiza pequeñas acciones para lograr, desde su punto de vista, la disminución de la contaminación, y por el otro, está otra dependencia, que es la Secretaría de Obras, que construye una serie de megaobras que terminan por opacar los esfuerzos de la primera”, detalló la académica Cristina Ayala.
El Valle de México, aseguran, no resiste más un incremento del parque vehicular de la manera en que ha venido funcionando. “Las inversiones en vialidades, que han sido significativas a partir del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, están mostrando una falta de sostenibilidad”, planteó el profesor Constantito Toto.
Es necesario, dicen los especialistas, hacer una inversión pública que desestimule el uso del transporte particular, considerar una política de transportación urbana como la del transporte colectivo, pero un transporte que le dé seguridad y mejore la calidad de vida de los habitantes de la Ciudad de México.
“No importa cuántos programas se echen a andar si se siguen fragmentando las áreas verdes de la capital, hay un problema de disminución de áreas verdes, se siguen urbanizando los cerros y talando árboles”, aseguró la profesora de la UNAM, Cristina Ayala.
Fuente Sin Embargo