Este es el CO2 Rail, el Tren que retira el dióxido de carbono de la atmósfera
Miles de trenes circulan cada día por las vías de todo el mundo. Una empresa estadounidense se ha propuesto ahora aprovechar el tráfico ferroviario para algo más que transportar personas o contenedores.
En concreto, la compañía CO2 Rail pretende emplear los trenes para retirar dióxido de carbono de la atmósfera de una forma eficiente y a menor coste que con instalaciones fijas. Sus argumentos son lógicos, puesto que ya cuentan con la infraestructura, que es una enorme red de ferrocarriles y locomotoras que se desplazan y generan energía.
La energía generada por la fricción del tren se puede aprovechar para su suministro
La propuesta de la firma CO2 Rail consiste en emplear vagones especiales para “cazar” carbono dióxido según circulan por la extensa red de vías de Estados Unidos. Sus vagones cuentan con amplias rejillas por las que pasa el aire según el tren avanza y con cámaras que separan el CO2. Tras la fase de filtrado, el aire limpio se expulsa al exterior y el dióxido de carbono queda almacenado en un depósito líquido.
Aprovechando la velocidad del tren, es posible prescindir de los ventiladores que incorporan los diseños de las plantas de eliminación de dióxido de carbono fijas para la filtración del aire. Además, el sistema aprovecha para su suministro el funcionamiento del propio tren durante las maniobras, la fricción se aprovecha en vez disiparse en forma de calor.
Aprovechando la velocidad del tren, es posible prescindir de los ventiladores
E. Bachman, fundador de CO2 Rail, comenta que “es un desperdicio, cada maniobra de frenado completa genera suficiente energía para alimentar a 20 hogares promedio durante un día, no estamos hablando de una cantidad insignificante”. Los investigadores han calculado que un tren de carga promedio con los vagones de CO2 Rail eliminarían 6.000 toneladas de CO2 cada año.
Respecto al coste, Bachman declara que “es inferior a 50 dólares por tonelada, lo que hace que la tecnología no solo sea comercialmente factible, sino atractiva”. Según recoge New atlas, el objetivo de la empresa suiza Climeworks, impulsor de la mayor planta de captura de CO2 del mundo, es que por tonelada de carbono eliminada el coste sea de 100 dólares. La firma australiana Southern Green Gas lo fija 72 dólares por tonelada, por lo que CO2 Rail propone la fórmula más económica.