De los “rabones” a las cajas secas de 57 pies: Evolución de los remolques de carga en México

La evolución de los remolques de carga en México ha acompañado el desarrollo económico e industrial del país durante las últimas ocho décadas. Desde los camiones rígidos no articulados que dominaban las carreteras en los años 40 y 50, hasta las modernas cajas secas de 57 pies que comienzan a operar hoy en día, el transporte de carga ha transformado su fisonomía técnica, operativa y regulatoria, adaptándose a las necesidades del comercio y a las especificaciones del sistema carretero mexicano.
🛻 Décadas de 1940 a 1960: el nacimiento del transporte de carga moderno
Durante las décadas de 1940 y 1950, la mayoría del transporte se realizaba con camiones rígidos o “rabones”, diseñados para cortas y medianas distancias. Estos vehículos eran ideales para un país con una red carretera aún limitada y en desarrollo. Las capacidades de carga rara vez superaban las 10 toneladas, y no existían estándares formales de acoplamiento o dimensiones.
El auge industrial de mediados del siglo XX motivó la expansión de la red carretera y con ello el surgimiento de unidades articuladas, conocidas como tractocamiones con semirremolques, especialmente a partir de la década de 1960. Los remolques de 40 pies se convirtieron en el estándar, alineándose con la logística portuaria internacional, lo cual favoreció la interoperabilidad con los contenedores marítimos.
📦 Años 80 y 90: estandarización y aumento de capacidad
Con el crecimiento del comercio interior y la apertura al exterior (particularmente con la firma del TLCAN en 1994), México adoptó tecnologías logísticas del modelo norteamericano. A finales de los 80, los remolques de 48 pies empezaron a circular con mayor frecuencia. Estos ofrecían mayor volumen útil sin representar un reto para la maniobrabilidad.
Posteriormente, los remolques de 53 pies se consolidaron como estándar en el transporte de carga general. Una caja de esta longitud permite transportar hasta 23 tarimas estándar, con un volumen cercano a 114.5 m³ y un peso bruto vehicular de hasta 66,000 kg en configuraciones doblemente articuladas (fulles), dependiendo del tipo de carretera.
📏 2020s: Llegan las cajas secas de 57 pies
La necesidad de eficiencia impulsada por el comercio electrónico, retail y cadenas de suministro globales llevó a varios fabricantes, como REMOSA, a desarrollar remolques de 57 pies. Estos superan los 123 m³ de capacidad y están diseñados con materiales compuestos como el composite, que reducen el peso muerto del equipo y mejoran su resistencia.
Sin embargo, estas unidades no pueden circular libremente en todo el país: están sujetas a una regulación específica que clasifica las carreteras por su capacidad estructural y condiciones geométricas.
🛣️ Clasificación de carreteras y restricciones para remolques
La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) clasifica las carreteras federales en tres tipos principales, que determinan las dimensiones máximas permitidas para vehículos y remolques:
🚦 Tipo ET (Ejes Técnicos)
- Autopistas de altas especificaciones (cuota).
- Permiten vehículos doblemente articulados (fulles) con remolques de hasta 57 pies.
- Longitud máxima permitida: 31 metros (full con dolly).
- Peso bruto vehicular máximo: 75,500 kg.
🚧 Tipo A
- Carreteras primarias pavimentadas de buena calidad.
- Permiten remolques sencillos de hasta 53 pies o fulles con permisos especiales.
- Restricción de acceso a remolques de 57 pies en tramos con radios de giro o pendientes pronunciadas.
🛤️ Tipo B y C
- Carreteras rurales, estatales o con limitaciones geométricas.
- Solo se permite el acceso a camiones rígidos o semirremolques de 40 a 48 pies.
- Prohibido el acceso a unidades doblemente articuladas o superiores a 26 metros.
🧭 Retos actuales y perspectivas
La incorporación de remolques más largos como los de 57 pies ha generado un debate entre eficiencia logística y seguridad vial. Si bien estos equipos permiten reducir viajes y emisiones por tonelada transportada, también demandan infraestructura adecuada, patios logísticos adaptados y conductores capacitados.
Además, la digitalización del transporte ha hecho que cada remolque cuente con sensores de carga, telemetría, frenos ABS y sistemas de localización GPS, integrando la tecnología como una herramienta de control y prevención de riesgos.