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¿Clásico o inservible? En México circulan 10 mil camiones con más de 50 años de antigüedad

Nuestro país tiene un enorme reto para reducir las emisiones contaminantes en el autotransporte. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la edad promedio de los camiones y tractocamiones de carga es de 18.8 años.

De las 578,760 unidades registradas, más de 53,000 tienen más de 40 años de antigüedad. De ellos (y por increíble que parezca) 10,517 unidades superan los 50 años de vida.

Se trata de unidades que se matriculan a nivel federal. Respecto a los autobuses de pasaje y turismo, la edad promedio es de 16.7 años y no se registra ninguna unidad con más de cinco décadas de vida, aunque casi 7,000 de las 108,620 registradas, superan los 40 años de antigüedad.

Cifras de ANPACT, señalan que en México se necesitan renovar un total de 270,827 unidades pesadas.

Es decir, hay un potencial de renovación del 39% de la flota tan solo a nivel federal. Así lo hizo saber, Miguel Elizalde, presidente de ANPACT, durante su participación en el evento conmemorativo por el segundo Día Internacional del Aire Limpio, llevado a cabo por la Semarnat.

El transportista quiere renovar, pero está atado de manos

Si bien las ventas de unidades nuevas se han ido recuperando durante este año, aún se está muy por debajo de la renovación que se presentó en 2019 y 2018 (es decir, antes de la pandemia).

La renovación va directamente relacionada con el movimiento económico de mercancías, ya que esto provoca que los transportistas tengan más trabajo y por ende impacta directamente en la sustitución de las unidades antiguas por más nuevas.

Sin embargo, las afectaciones por la pandemia aún continúan. De acuerdo con ANPACT, hay sectores como el de paquetería y mensajería que ha acelerado el movimiento, pero hay otros como el de pasaje que, por el distanciamiento social, no ha tenido el aforo suficiente, lo cual repercute en su renovación.

“Aunque reducir la movilidad en las ciudades impacta el medio ambiente de manera positiva a corto plazo, cuando tú reduces el aforo de las flotas de pasajeros impactas la economía de los concesionarios, entonces esto pone en riesgo la renovación de la flota a corto o mediano plazo”, indica Elizalde.

Por lo general, la flota más antigua tiende pertenecer al micro y pequeño empresario, el cual concentra más del 90% de las compañías de transporte en México.

“Por eso es muy importante apoyar al micro y pequeño empresario para que pueda sustituir una flota antigua por una más nueva, y de esta manera impactar en la reducción de emisiones”, sostiene Elizalde.

¿Qué se puede hacer para impulsar una reducción de emisiones mediante la renovación vehicular?

1. Estímulos verdes, incentivar la renovación mediante las tecnologías más nuevas.

2. Esquemas de financiamiento; se tienen áreas de oportunidad como la Ley de Movilidad y Seguridad Vial, donde se propone en el anteproyecto un fondo para una incentivar movilidad sustentable.

3. Profesionalización del transportista, es decir la capacidad sobre la manera en cómo llevar un negocio rentable para que sea más sencillo renovar la flota.

4. Marco regulatorio y supervisión del mismo, tanto de las unidades que se fabrican como de las que ya están en circulación.

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