Viento en popa el tema inmobiliario para la logística en lo que va del 2022

En los primeros tres meses del año, el mercado inmobiliario industrial de la Ciudad de México mantuvo la inercia del buen comportamiento que ha tenido desde hace algunos meses, impulsado por la actividad logística y el ascenso del comercio electrónico.

De acuerdo con un análisis de la firma Cushman & Wakefield, la tasa de disponibilidad en la región se ubicó en 3.6% al cierre del primer trimestre del año, lo que la posiciona en niveles mínimos históricos.

“Al inicio del 2022 la creciente actividad logística ayudó a que el mercado inmobiliario industrial de la Ciudad de México se mantuviera activo. Dentro de los submercados de bienes raíces industriales de la Ciudad de México hubo una saludable cantidad de actividad, impulsada principalmente por la demanda logística, respaldada por los grandes minoristas y el continuo ascenso del comercio electrónico”, destaca el informe de Cushman & Wakefield.

Según el informe, si bien existe un buen desempeño en materia de demanda de estos espacios, lo que llama la atención es el aceleramiento que ha tenido la edificación de edificios para este fin, ya que de acuerdo con la firma, se han detectado varios nuevos desarrollos que han iniciado el trabajo de construcción. 

“Además del buen desempeño de la demanda, la cartera de edificios en construcción ha acelerado el paso, con varios nuevos desarrollos iniciando trabajos de edificación”, destaca el informe y añade que actualmente el inventario de edificios en construcción alcanza los 858,840 metros cuadrados (m2), es decir, un volumen que está en línea con “su tendencia histórica”.

Por submercado

En el análisis de Cushman & Wakefield, se resalta que Tepotzotlán es el área más dinámica para el sector inmobiliario industrial del sector de México, incluso ha alcanzado a Cuautitlán, como el submercado con mayor inventario y en materia de arrendamiento.

Respecto a los precios, de acuerdo con la firma, el valor de salida promedio en renta para edificios clase A registró una recuperación a niveles previos a la pandemia para ubicarse a 5.97 dólares por metro cuadrado, es decir, un incremento anual de 10 por ciento. “Este ajuste de precios estuvo presente en los edificios Clase B”.

Los arrendamientos más representativos que se dieron durante el primer trimestre del año fueron: 

Fuente: Cushman & Wakefield