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Una ONG y 5 startups buscan mejorar la movilidad en la CDMX

En la Ciudad de México transitan diariamente cinco millones de vehículos, se registran 32 accidentes viales fatales diarios y al menos una vez al año la urbe registra condiciones climáticas que hacen que sea inseguro para la población, incluso, ejercitarse al aire libre.

De acuerdo con Fernando Páez, director de la ONG World Resources Institute (WRI) en México, actualmente en la CDMX todas estas condiciones impactan negativamente la movilidad, transformándola en un problema y a pesar de programas como el ‘Hoy no Circula’, segundos pisos, sistemas de ecobici, líneas de Metrobús y apps de movilidad como Uber y Cabify, las condiciones negativas persisten.

“La movilidad es un problema que crece porque la gente, cada vez más, vive en ciudades. (…) Se ha avanzado pero no es suficiente, han surgido nuevas iniciativas, como Uber, Cabify, Mobike, las patinetas, entonces por qué no buscamos cómo identificar las problemáticas y proponer algo para solucionar”, dice Páez en entrevista con Expansión.

Ante este panorama y tras haber estado involucrado en proyectos como el diseño de la primera línea de Metrobús en 2012 y la reciente ley de movilidad de la CDMX, la ONG WRI impulsó la creación de Propulcity, una plataforma de movilidad que entrelaza y coordina a cinco startups tanto de transporte como de servicios de datos, las cuales intentarán probar que la tecnología sí puede movilizar a la ciudad.

“Por eso decidimos crear una plataforma en la que los emprendedores puedan presentar soluciones apuntándole a unos problemas”, explica.

Con el impulso monetario de la fundación Shell y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Propulcity arrancará con un primer piloto el 14 de agosto, el cual durará aproximadamente un mes y, de acuerdo con Páez, el 27 de septiembre se tendrán los primeros resultados del proyecto, con los cuales se decidirá cómo continuar y ajustar el proyecto en su segunda fase hacia el final del año.

Las cinco startups que forman actualmente la plataforma son Bussi, Vetelia, Bridgefy, Klustera y Súper Cívicos.

“Ya sobre los resultados vemos cuáles van a seguir en el proyecto. Necesitamos que esto escale y se sacaría alguna (startup) si no funciona; también se vale, después queremos hacer un segundo ciclo donde veremos si apoyamos a las startups que salgan mejor y capturamos nuevas para atender otros temas”, dice.

Los ciclos de pilotaje estarán sujetos a los resultados, ya que tanto Shell como el BID, otorgarán capital limitado y se requiere que las mismas startups comiencen a atraer inversión para continuar escalando.

PILOTOS CON RESULTADOS

El piloto consistirá, entre otras acciones, en que las startups como Bussi, un servicio de vans colectivas opere sus líneas y dos más adicionales en corredores corporativos de la ciudad para desahogar el tránsito y Vetelia, que actualmente solo manufacturaban bicicletas, ahora preste el servicio de renta de las mismas para trayectos cortos.

Vetelia ubicará sus bicicletas en los estacionamientos de Copemsa y algunas oficinas, para desde ahí medir el uso del servicio.

El resto de las startups, –Bridgefy, Super Cívicos y Klustera–, se centrarán durante el piloto en recolectar datos de movilidad en las zonas y las denuncias públicas para tratar de mejorar los servicios partiendo de esta información.

De acuerdo con Páez, el objetivo de la plataforma a un mediano y largo plazo es poder ayudar a la movilidad con base en datos, además de promover que otros emprendimientos de movilidad puedan escalar, ya que actualmente el sistema normativo no está diseñado para dejar entrar a más actores al ecosistema móvil.

“Salen nuevos actores privados que empiezan a generar más productos, no solo los que ya están posicionados, sino también los nuevos actores que tienen barreras para entrar a cambiar los modelos de movilidad. Tenemos que promover que se tomen en cuenta nuevos servicios que hoy no están dispuestos”, asegura.

Los servicios de van pooling o camionetas compartidas, por ejemplo, no están reconocidos en la actual legislación, por lo que varios de ellos como Jetty han sufrido bloqueos en su operación este año.

Para lograr empujar la plataforma a gran escala y afinar las cuestiones legislativas, Páez dice que en breve se reunirán con la virtual jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

MOVERSE ES UN DERECHO

Para Paéz, quien también fuera funcionario encargado de movilidad en Bogotá en la década de los 90, los retos más grandes para generar cambios en la movilidad urbana y que estos sean escalables van en dos sentidos: modernizar el marco regulatorio para integrar nuevos servicios y garantizar la continuidad de los proyectos.

“La continuidad la tengo yo siempre como una barrera, yo esperaría que el nuevo gobierno tome la ley de movilidad, la revise y la modifique en lo que se requiera, pero que siga y se vea cómo abrir nuevos servicios y que tome este plan para ver qué de lo que se planteó se hizo y qué faltó por hacer y que se pongan indicadores, eso sería ideal”, explica.

Páez comenta que durante esta administración trabajaron con la SEMOVI para hacer un análisis del Sistema Integral de Transporte y conocer cómo era posible modernizarlo y arreglar sus fallas; sin embargo, el proyecto se detuvo cuando el exsecretario Rufino León dejó el cargo e ingresó Héctor Serrano.

“Se desarrolló un diseño conceptual y hay un diseño a detalle de la tecnología de control y se recaudó información del usuario. El proyecto hasta septiembre – octubre de 2015 y caminó hasta que cambiaron al secretario”, asegura Páez.

Si bien el seguimiento de los proyectos será un reto, advierte el directivo, se espera que Propulcity pueda colaborar con el nuevo gobierno y otras entidades privadas para que la plataforma escale hacia adelante y la movilidad en la ciudad mejore.

 

 

Fuente Expansión

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