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“Sí preocupa”. Consumo de fentanilo y cristal entre operadores prende las alarmas en el autotransporte

El consumo de cristal y fentanilo comienza a encender las alertas en el autotransporte tanto de Estados Unidos como de México.

Se estima que, durante los últimos 10 años, el consumo de cristal en México se ha elevado más del 500 por ciento, incluso en sectores que las autoridades no tenían tanto conocimiento como el del autotransporte.

“Existen actividades productivas como el caso de los operadores de transporte, maquiladoras o trabajadores del campo que se ven involucradas en la ingesta de estas substancias”, señaló Gady Zabicky Sirot, comisionado Nacional Contra las Adicciones, durante un foro organizado en el Senado de la República.

El cristal es la forma en que se le llama a la metanfetamina, cuya denominación química es desoxiefedrina, un poderoso psicoestimulante altamente adictivo que acelera la actividad del cerebro, el sistema nervioso central y la excitación sexual.

También conocida como meta o hielo, esta droga tiene como componentes a la efedrina, el ácido muriático, el cristal cortado y hasta el anticongelante

El propio Zabicky señaló que los transportistas son obligados al consumo de este tipo de sustancias por sus empresas, para lograr tiempos récord en el traslado de las mercancías.

Según testimonios recabados, las sustancias son fáciles de conseguir en las llamadas ‘cachimbas’, pequeños establecimientos donde los operadores acuden para refugiarse luego de una jornada de trabajo.

“A mí directamente no me ha tocado verlo, pero sí he sabido casos de compañeros que lo hacen, ya que no hay lugar seguro donde descansar en la noche, sí preocupa, pero a la empresa lo que le interesa es que su producto llegue”, nos indica un transportista de la Ciudad de México.

Consumo de fentanilo en el autotransporte, la droga fantasma

Fue en el año de 1968 cuando el fentanilo comenzó a usarse en Estados Unidos y, posteriormente, en otros países. El fentanilo farmacéutico fue desarrollado para el tratamiento del dolor de pacientes con cáncer, aplicándose en un parche sobre la piel.

No obstante, su uso ilícito se ha convertido en un grave problema de salud pública en Estados Unidos y Canadá.

Aunque se piensa lo contrario, cifras de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones señalan que el consumo del fentanilo ilícito en México se ha incrementado 362.5% entre los años 2020 y 2022.

La sustancia llega desde Asia y entra por los puertos de Michoacán, Sinaloa y Colima para después ser procesado y comercializado.

En marzo pasado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (US Customs and Border Protection, CBP) incautó más de cinco millones de píldoras de fentanilo en el puerto de entrada de Nogales, en el sur de Arizona.

De acuerdo con un artículo publicado en la Sección Gaceta del IPN, el fentanilo sintético se vende ilegalmente en forma de polvo, vertido en gotas sobre papel secante, en envases de gotas para los ojos o rociadores nasales o en pastillas parecidas a las de otros opioides recetados.

Sus efectos incluyen felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar y pérdida del conocimiento.

Fentanilo se ‘camuflajea’ en metanfetaminas, sin que el consumidor lo sepa

El problema ahora es que el fentanilo está siendo mezclado con otras drogas como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA.

Según un informe de la DEA, la presencia de cocaína contaminada con fentanilo también está aumentando. Se trata de un poderoso opioide 100 veces mayor que la morfina.

“Un kilo de fentanilo equivale a 100 kilos de morfina y 10 kilos de heroína; es mucho más potente, y un kilo de fentanilo puro es suficiente para producir medio millón de dosis mortales”, indicó Silvia Cruz Martín del Campo, investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del IPN.

Especialistas señalan que es ahí donde esta sustancia se vuelve aún más peligrosa, especialmente en los operadores de autotransporte de EU.

Datos del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas, indican que se ha hallado fentanilo en sustancias que los usuarios creían que era heroína o metanfetamina, y en los muestreos se han encontrado más del 93 por ciento de las muestras positivas con una nota elevada.

Si bien no existen datos oficiales que cuantifiquen la gravedad de la situación, organizaciones transportistas sostienen que en los últimos años ha crecido el uso de sustancias químicas y/o ilegales como las metanfetaminas entre los operadores de carga, aunque dejan claro que no todos recurren a ellas.

“La anfetamina, metanfetamina, cocaína, alcohol, marihuana, peyote y psicofármacos como ansiolíticos, hipnóticos y el ritalín son las sustancias ilícitas que se consumen en el transporte”, sostuvo Rocío Sánchez, directora general de la organización MCT durante el webinar “Drogas y seguridad”.

Ante ello, especialistas indican que es de vital importancia ubicar las causas psicosociales de los individuos que los llevan a padecer este problema.

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