Prevalece inseguridad en Puebla para transportistas
Ejecuciones, asaltos, secuestros y balaceras han desnudado la inseguridad en todo el estado de Puebla, sin que se resuelvan casos en la mayoría de las ocasiones.
Tan solo entre enero y mayo de 2016, se cometieron 20 mil 468 delitos denunciados en Puebla, según datos de la Incidencia Delictiva Nacional del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Por ejemplo la zona denominada Triangulo Rojo que abarca municipios de la zona de Tepeaca y Acatzingo, se ha desatado una ola de inseguridad con crímenes por doquier debido al robo de combustible.
En la región de Izúcar de Matamoros, los robos a casas habitación y secuestros son una constante, además de pleitos entre bandas.
Incluso se han encontrado restos humanos, sin saber su procedencia, en el río que cruza la ciudad denominada la Puerta de la Mixteca.
La zona de Cuautlancingo, también es conocida por la trata de personas, donde incluso fueron levantados once individuos y encontrados deshechos en unos tambos con ácido, sin que las autoridades hasta el momento esclarezcan el crimen.
En Puebla capital los robos de todo tipo se han disparado, los que van desde los ataques a casas habitación, hasta asaltos a transporte público y robos de autopartes o automóviles completos, sin que haya freno.
Mientras que los asaltos en carreteras son la constante, sobre todo en la autopista Puebla- México o en los caminos que conducen a estados vecinos como Veracruz o Morelos. Se reportaron en cinco meses 152 robos en carretera de los cuales 144 fueron con violencia a 139 camiones de carga.
Además se denunciaron 423 casos de robo a transeúntes y 39 a transportistas, siempre con violencia.
Otra de las regiones más peligrosas es la de Palmar de Bravo, donde bandas de secuestradores se disputan la región que abarca hasta municipios como Acatzingo, Libres y Guadalupe Victoria.
Tan solo este fin de semana pasado, fue una muestra de la inseguridad en Puebla, donde un grupo de sicarios puede llegar a asesinar a 11 personas en distintas casas de una comunidad de Coxcatlán.
O acribillar a dos personas en un partido de béisbol, donde otras once personas fueron lesionadas con armas de fuego R15, por una venganza entre ladrones de ductos de Pemex o “huachicoleros”, según las autoridades.