¿Nos mintieron? Estudio señala que camiones a gas natural contaminan más que los diésel
Los camiones alimentados por gas natural licuado (GNL) han cobrado gran relevancia en los últimos años, principalmente en el sector industrial. Su nivel inferior de emisiones y su sustentabilidad lo convierten en una buena alternativa respecto al diésel.
Si bien la mayoría de los vehículos que circulan por las carreteras del país siguen utilizando carburantes fósiles, empresas como CEMEX han incorporado a su flota de vehículos algunos camiones que funcionan con gas natural licuado (GNL).
Se estima que un camión propulsado por un motor de GNL de doble combustible puede emitir hasta un 75% menos de emisiones de NOx y alrededor de un 13% menos de emisiones de CO2 en comparación con los camiones propulsados por diésel.
Sin embargo, un estudio elaborado por la asociación europea Transport & Environment, pone en tela de juicio todo esto ya que, asegura, los camiones propulsados por GNL contaminan mucho más de lo que afirman los fabricantes.
Para comprobarlo, Transport & Environment (T&E) pone como ejemplo el camión S-Way LNG de Iveco, el cual emite un 13,4% más de gases de efecto invernadero que su camión diésel Stralis durante un período de 20 años.
En el estudio se establece que los ahorros de emisiones del camión de gas en el tubo de escape son insignificantes, según la Universidad Técnica de Graz, que realizó pruebas de CO2 de escape, metano y óxido nitroso.
T&E analizó la ventilación de metano y las emisiones de gases de efecto invernadero. Durante un período de 100 años, cuando el metano es mucho menos potente, el camión de GNL emite solo un 7,5% menos que el diésel.
El análisis de T&E también encontró que alimentar los camiones europeos con gas renovable no es una opción. La demanda de biometano por camiones en los seis países europeos más grandes superaría con creces la cantidad disponible, incluso con generosos subsidios.
Emisiones de camiones GNL está relacionado con tumores cerebrales, asegura el estudio
T&E llevó a cabo pruebas en carretera donde concluyó que el camión de GNL es mucho peor por las emisiones de partículas que causan cáncer en las ciudades y en la conducción urbana.
En las pruebas, el camión de GNL emitió 37 veces más partículas NP (incluidas partículas ultrafinas que penetran profundamente en el cuerpo y están relacionadas con tumores cerebrales), que aquellas que se miden en pruebas oficiales.
Aunque el camión de gas se desempeñó mejor que el diésel en cuanto a emisiones de NOx, no generó los ahorros del 90% que afirma el fabricante de camiones.
T&E asegura que, históricamente, la industria de vehículos a gas pregona que sus camiones emiten un 90% menos de NO2 que el diésel.
Sin embargo, centrarse solo en las emisiones de NO2 ignora una gran parte de la contaminación del aire. El NO también se emite fuera del escape y reacciona en el aire ambiente para convertirse en NO2. Como tal, deben tenerse en cuenta las emisiones de ambos (combinados como NOx).
“En última instancia, los camiones de gas son solo otra tecnología de combustibles fósiles que nunca puede limpiar la carga”, indica Fedor Unterlohner gerente de carga en T&E.
Por lo tanto, T&E pidió a los gobiernos y los diputados que rechacen una propuesta de la Unión Europea para que los países continúen instalando estaciones de combustible de GNL, y pidió que los gobiernos dejen de incentivar la compra de camiones alimentados por gas natural.