Mujeres en el transporte de carga: Estados Unidos y México, dos realidades en evolución

Mientras que en Estados Unidos las mujeres ya representan cerca del 14% de los conductores de camiones de carga, en México la participación femenina en el sector sigue siendo incipiente, pero en franco crecimiento.
Según datos de la American Trucking Associations (ATA), las mujeres en Estados Unidos están tomando un papel cada vez más activo en el transporte de carga, manejando principalmente unidades de carga seca (dry van), refrigerados (reefer) y, en menor medida, plataformas (flatbed). Prefieren rutas regionales y de corto alcance que les permitan equilibrar vida laboral y familiar, aunque cada vez más se aventuran en rutas de larga distancia atraídas por mejores ingresos.
En México, de acuerdo con estimaciones de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), apenas entre el 2% y el 3% de los operadores de tractocamión son mujeres. Muchas se concentran en trayectos locales o regionales, principalmente en estados industriales como Nuevo León, Estado de México y Guanajuato, donde existen mayores oportunidades y mejores condiciones laborales. El tipo de unidades que conducen también suele ser de carga seca o de reparto urbano, aunque poco a poco están incursionando en transporte especializado.
La diferencia principal entre ambos países radica en el nivel de institucionalización del apoyo a las mujeres conductoras. En Estados Unidos, organizaciones como Women In Trucking Association impulsan programas de mentoría, capacitación y reconocimiento, mientras que en México los esfuerzos apenas comienzan a estructurarse, principalmente desde algunas grandes empresas privadas y asociaciones civiles.
Sin embargo, el potencial de crecimiento en México es alto. Factores como la escasez de operadores, las iniciativas de inclusión laboral y la creciente profesionalización del sector abren oportunidades para que más mujeres accedan a este mercado de trabajo.
La evolución de la participación femenina en el autotransporte de carga será clave para el futuro logístico de ambas naciones, impulsando no solo la diversidad, sino también la competitividad y la innovación en la industria.