La historia del Hoy no circula
El inicio de este programa se dio en los años 80 durante el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari
Publicada el 18 de mayo del 2017
Ahora que se cumplirán cuatro días seguidos de contingencia ambiental en la capital, recordemos el inicio de esta medida que se instituyó en tiempos del sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari y del regente Manuel Camacho Solís.
Primero era voluntario
El primer Hoy No Circula que se llevó a cabo en la Ciudad de México fue por ahí de 1986, cuando surgió un grupo ecologista que se hacía llamar “Mejora tu Ciudad” y que convocaba a los capitalinos para que se inscribieran a un programa para dejar de usar un día su coche de manera voluntaria.
Esta iniciativa se llamaba “Un Día Sin Auto” y se promovió en diversos medios de información. Quienes estaban inscritos, pegaban una calcomanía en su auto y, aunque entonces se dijo que se habían repartido al rededor de 400 mil, la realidad es que no se popularizó del todo.
La inversión térmica, el ozono y otras cosas nuevas
También por esos años, se empezaron a presentar fenómenos ambientales como la “inversión térmica”, la cual pocos entendía, pero a todos preocupaba en la capital.
Fue así que el gobierno (que en ese entonces el local y el federal eran prácticamente el mismo en el Distrito Federal) creó la Red Automática de Monitoreo Atmosférico, la cuál fue la primera instancia que empezó a publicar los índices de contaminación en la capital y en todo el país.
Así, casa cierto tiempo podía saberse cuánta contaminación era provocada por el ozono, el plomo y las partículas suspendidas, términos poco conocidos hasta entonces.
La llegada de los imecas al Valle de México
Una palabra curiosa que empezó a sonar por esos días fue “Imecas”, que era el índice para medir la contaminación y cuyo nombre completo era Índice Metropolitano de Calidad del Aire.
Bueno, en realidad, la comunicación oficial sólo decía “puntos” (“hay 50 puntos de ozono en el noreste”, por ejemplo), pero lo de “imecas” se popularizó rápidamente.
Medidas extremas
Pero a pesar de que se empezaban a tomar medidas para evitar que creciera la contaminación, lo cierto es que, a finales de los 80, los índices llagaron a niveles alarmantes, por lo que, en 1989, se suspendieron las clases en la Ciudad de México durante todo enero (es decir, las vacaciones navideñas se prolongaron hasta febrero).
En noviembre de ese año, cuando el problema no cedía y se acercaba el invierno (que era la época más crítica), el gobierno anunció medidas de emergencia (de las cuales, evidentemente, muchas no se cumplieron) como ampliar la red del Metro, renovar los motores y unidades de la Ruta 100 (los autobuses de pasajeros de la época que manejaba el Gobierno del DF), renovar las combis y peseros (el origen de los microbuses), que todos los vehículos de carga y transporte funcionaran con gas LP, que el reparto de mercancías se hiciera por la noche y la creación de una muy moderna gasolina sin plomo que ayudaría a bajar la contaminación y que se llamaba “Magna”.
El Hoy No Circula
Pero la medida estrella fue el “Hoy No Circula”, el cual obligaba a los vehículos a no circular un día a la semana durante toda la época invernal.
Sin embargo, en marzo de 1990, cuando todos esperaban el fina del programa, el gobierno anunció que sería obligatorio y permanente, además de que se imponía otra nueva medida llamada “verificación vehicular”.
Ese fue el inicio del famoso “No Circula”, el cual, con todo tipo de cambios y versiones, se sigue aplicando al mismo tiempo que los índices de contaminación y el parque vehicular siguen creciendo en la Ciudad de México.
Fuente López Dóriga
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