Conoce el camión con “Ruedas de Tornillo” que podía atravesar cualquier terreno
Suena extraño, pero el camión con ruedas tornillo existió y fue perfeccionándose a lo largo de los años en los distintos países donde surcó todo tipo de terreno, ya que ese era el punto más fuerte de este modelo: menos el asfalto, atravesaba sin inconvenientes barro, arena, nieve y hasta agua.
La idea de utilizar tornillos gigantes en lugar de ruedas no es una novedad, ya que apareció por primera vez en 1868 de la mano de suizo-estadounidense Jacob Morath, quien construyó una máquina agrícola utilizando este modo de tracción.
Si bien durante la Segunda Guerra Mundial se vieron diversos vehículos militares con este sistema, no fue hasta la posguerra cuando apareció un vehículo llamado Amfirol, que fue uno de los primeros en bautizarse como el camión con ruedas tornillos.
El Amfirol era un vehículo tipo rover (de exploración) capaz de desplazarse sobre cualquier terreno hostil. Diseñado por Jo de Bakker, utilizaba mecánica DAF con dos motores nafteros de 750 cc acoplados a dos cajas de transmisión variable, también conocidas como variomáticas, que solían utilizar los autos particulares de la marca holandesa.
Con el paso del tiempo se construyó otro modelo del Amfirol, más grande y más parecido a un camión tradicional. Esta unidad operó en una región inundada con terreno arcilloso, que no soportaba ningún vehículo que no fuera el equipado con accionamiento por tornillo, para no hundirse en la suavidad del barro.
A pesar de esta gran ventaja ante la falta de caminos con firmes parejos, no resultaron ser populares como se esperaba, por lo que la Unión Soviética, al ver sus cualidades, lo adoptó de inmediato.
El camión con ruedas tornillo y su éxito en la Unión Soviética
Al ser una región con poca infraestructura vial y mayoría de espacios cubiertos por bosques, pantanos y lagos, los soviéticos invirtieron en este tipo de vehículo. Uno de los más importantes fue el ZiL 4904 y su construcción está relacionada con la carrera espacial entre la URSS y los Estados Unidos.
¿Qué tiene que ver el camión con ruedas tornillo y los viajes espaciales? Uno de los problemas a los que se enfrentaban los ingenieros espaciales soviéticos era la recuperación de los astronautas tras el aterrizaje. A diferencia de los vuelos actuales, antes no existía la posibilidad de aterrizar exactamente donde se deseaba, por lo que podían aparecer en el otro extremo del país, literalmente en medio de la nada.
Esta razón llevó al programa espacial soviético a desarrollar un vehículo capaz de atravesar cualquier terreno, y fue el Amfirol la base que tomaron para el proyecto PEU-3, que comenzó en 1972 y pocos meses después se convertiría en el ZiL 4904.
Este camión con ruedas tornillo de la nueva era, a diferencia del Amfirol, utilizaba dos motores V8 de 7 litros con una potencia de 180 CV cada uno de origen soviético y que se acoplaban a dos cajas de cambios automáticas. Esto significa que cada tornillo era independiente y el 4904 no tenía volante por lo que giraba al estilo oruga: se detenía un motor para poder virar.
Cada “tirabuzón gigante” medía 5,99 metros de largo y 1,2 metros de diámetro, y estaba hecho de una aleación de metal extremadamente resistente a la corrosión. A su vez, el camión con ruedas tornillo medía en total 8,28 metros de largo, 3,2 metros de ancho y unos 3 metros de alto. A todo esto se sumaba una distancia al suelo de hasta 1,1 metros.
Con una cabina hecha de fibra de vidrio (diferente a la norteamericana) y espacio para tres personas, el 4904 pesaba 7.000 kg y podía transportar 2,5 toneladas. El depósito de combustible tenía capacidad para 1.200 litros, ya que el consumo era de 80 litros a los 100 km.
Las pruebas con este camión con ruedas de tornillo arrojaron resultados positivos y negativos. Se comportaba excelente en terrenos nevados, bosques, pantanos e incluso en el agua, aunque no maniobraba con mucha facilidad en terrenos embarrados. Por otro lado, no se movía bien en terrenos duros debido al desgaste excesivo de las brocas.
Además, los problemas con la lubricación de los tornillos provocaron rápidamente mayores gastos, y su velocidad máxima de 7 km/h en tierra o 10 km/h en agua no eran las deseadas. Las pruebas continuaron hasta 1978, cuando se completó el proyecto. El camión con ruedas tornillo siguió en operación varios años más, pero limitado por su problemas de logística debido a su tamaño y peso.
Texto Original Transporte Mundial
