Google, Amazon y Pizza Hut, los nuevos aliados de la industria automotriz
Los fabricantes de automóviles tradicionales se han asociado con los grupos de tecnología y grupos de reserva de transporte privado e incluso pizzerías conforme desarrollan vehículos eléctricos y autónomos y exploran nuevas maneras de ganar dinero con ellos.
“Las asociaciones tecnológicas nunca han sido más importantes, y su importancia aumentará”, dice Jim Farley, presidente de mercados globales de Ford.
Durante la última quincena, tanto en el Salón del Automóvil de Detroit como en la Feria de Electrónica de Consumo (CES, por sus siglas en inglés) en Las Vegas, los fabricantes mundiales de automóviles han presentado sus visiones para el futuro y con quiénes se asociarán para lograr esos objetivos.
En la CES, Toyota dio a conocer un vehículo sin conductor que involucra una variada gama de socios que van desde Amazon y Uber hasta Pizza Hut.
“Nuestros competidores ya no sólo fabrican coches”, dijo Akio Toyoda, presidente de Toyota, a la multitud congregada en Las Vegas. “Las compañías como Google, Apple e incluso Facebook son en las que pienso por las noches”.
En Detroit, Bob Carter, el presidente de Toyota en EU, expuso las razones para asociarse con una gama tan amplia de grupos.
“Somos expertos en ingeniería y fabricación de vehículos de motor”, le dijo al Financial Times. “Pero necesitamos asociarnos para aplicar esta tecnología a la logística de un servicio de entrega y así beneficiar a los consumidores”.
Es un cambio significativo en la mentalidad de la compañía, la cual ha admitido abiertamente su incomodidad histórica con las alianzas.
Algunas han adoptado el nuevo espíritu de cooperación.
Fiat Chrysler tiene una asociación con Waymo para desarrollar vehículos autónomos, además de ser parte de un consorcio que incluye BMW, Intel y Delphi para fabricar coches autónomos.
Honda también está en conversaciones con Waymo.
Para algunos en la industria que hasta ahora han logrado comprar o desarrollar sus propios sistemas, estos acuerdos son una señal de debilidad.
“Las compañías que se han quedado atrás son las que ahora están formando estas asociaciones”, dijo Johan de Nysschen, director ejecutivo de Cadillac, la marca de lujo de General Motors.
GM, después de llegar a un acuerdo con Lyft para desarrollar coches sin conductor de forma conjunta, compró Cruise Automation con el fin de poseer la tecnología. Desde entonces, ha anunciado sus planes para operar flotillas de vehículos sin conductor a partir de 2019 y ha mostrado imágenes de un nuevo coche sin volante.
Claramente, no todos los fabricantes de automóviles están dispuestos a abrir sus puertas.
Daimler, que se ha asociado con sus rivales BMW y Audi junto con otros para comprar los servicios de mapeo Here, desea mantener a nivel interno partes clave de su tecnología.
Las alianzas son útiles para obtener conocimiento y distribuir el costo de la inversión en nuevos sistemas, dijo Dieter Zetsche, director ejecutivo de Daimler, en el show de Detroit. “Pero queremos comprender y controlar el desarrollo de estas áreas”.
Trabajar con otros también acelera el tiempo de desarrollo, dijo Herbert Diess, director ejecutivo de marca de VW, algo que es crucial dada la urgencia de la carrera entre los fabricantes de automóviles para lanzar nuevos productos al mercado. “Sentimos que somos mejores y probablemente más rápidos en grupos más grandes”.
Otros están buscando más tratos comerciales.
La Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi anunció en la CES que destinará mil millones de dólares para invertir en grupos de tecnología “startup” durante los próximos cinco años, un enfoque que PSA, propietaria de Peugeot, también favorece.
Aún así, los analistas dicen que es difícil juzgar cuál de las diversas alianzas sobrevivirá o, lo que es más importante, cuál emergerá como líder de la industria.
Como resultado, las compañías están extendiendo sus apuestas por todas partes.
Lyft, el grupo de reserva de transporte privado, tiene acuerdos con GM y Jaguar Land Rover.
“Los fabricantes de automóviles están buscando asociaciones de forma agresiva para asegurar que a final de cuentas tengan una relación con quien resulte siendo el ganador”, dijo Motoki Yanase, analista de Moody’s en Tokyo.
Fuente El Financiero
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