España elimina peajes mientras México encarece: dos caminos opuestos en infraestructura vial

En un giro contrastante en la administración de carreteras, España ha optado por eliminar progresivamente los peajes en sus autopistas, mientras que en México las tarifas de cuota siguen en aumento año con año. Esta disparidad en políticas viales refleja no solo diferencias en modelos de financiamiento, sino también en la visión gubernamental sobre la movilidad y el derecho al tránsito.
El caso español: autopistas gratuitas para todos
Desde 2020, el gobierno español ha eliminado peajes en varias autopistas de alta demanda, siguiendo un plan que busca liberar todas las vías de pago a medida que vencen las concesiones. En 2023, por ejemplo, dejó de cobrarse en tramos clave como la AP-7 y la AP-2, lo que ha significado un ahorro para los ciudadanos y transportistas.
El modelo español parte de la premisa de que las carreteras son un servicio público y que su mantenimiento debe provenir de impuestos generales, no de tarifas individuales por uso. Esto ha sido posible gracias a la inversión estatal y a la renegociación con concesionarias, que en muchos casos han visto sus contratos llegar a su fin sin renovación.
México: aumentos constantes en peajes y protestas crecientes
En contraste, México ha mantenido una estrategia donde las carreteras de cuota no solo se conservan, sino que aumentan de precio cada año. La última actualización de tarifas en 2024 trajo incrementos en promedio del 3 al 7%, afectando principalmente a transportistas y automovilistas que dependen de estas vías para su movilidad diaria.
La justificación de las autoridades y concesionarias es el mantenimiento de la infraestructura, argumentando que las carreteras requieren inversiones constantes para garantizar su seguridad. Sin embargo, muchos usuarios cuestionan la calidad de las vías en relación con las tarifas, denunciando baches, mala señalética y deficiencias en servicios como auxilio vial.
Impacto en movilidad y economía
Mientras en España la eliminación de peajes ha facilitado el tránsito y reducido costos para transportistas, en México los incrementos en las tarifas afectan directamente a la economía, ya que el costo del transporte impacta el precio final de productos y servicios. Además, el encarecimiento de peajes ha derivado en un aumento del uso de carreteras libres, muchas de las cuales no están en condiciones óptimas, lo que incrementa los riesgos de accidentes.
El debate sobre el modelo ideal de financiamiento vial sigue abierto. Mientras en España se fortalece la idea de carreteras públicas gratuitas, en México el esquema de concesiones privadas y cobro por uso sigue predominando.