“Es vieja, no va a poder”. Así es el día a día de las mujeres operadoras en México
Rosa tiene 13 años trabajando en el ramo del autotransporte como operadora de carga. Tras su divorcio, la necesidad por generar mayores ingresos para el sustento de sus hijos la llevó a retomar una pasión que tenía desde niña: los tráilers.
“Un amigo que estaba metido en el transporte fue el que me enseñó a conducir unidades pesadas, gracias a ello pude sacar mi licencia. No lo puedo negar, me gusta estar tras el volante”, indica Rosa.
La experiencia que poco a poco fue adquiriendo, le ha permitido ser parte de distintas empresas de transporte, llegando incluso hoy a manejar un doble articulado.
Sin embargo, el camino para Rosa no ha sido fácil. De entrada, se ha tenido que enfrentar con los bajos sueldos en el sector, además de la discriminación que sufre por el simple hecho de ser mujer.
“El 99.9% son compañeros hombres y la mayoría dice ‘es vieja, no va a poder’ cuando me toca hacer maniobras (carga y descarga)”.
A diferencia de los hombres que realizan las maniobras de manera normal, las miradas siempre recaen sobre Rosa, quien ha tomado esta situación como un reto.
“El objetivo es hacer las cosas mucho mejor que ellos, es un reto diario”, señala la conductora quien además de manejar un doble articulado, posee experiencia en patios internos, foráneos y locales.
El papel de las mujeres operadoras en el autotransporte
Según datos del INEGI, solamente el 11.4% del personal ocupado en la industria del autotransporte de carga y 10.4% en la industria de transporte terrestre de pasajeros son mujeres.
Se estima que menos del 3% de los conductores de camiones en el mundo son mujeres. Para el caso de México solo es de 2.4%.
Para Paola Moncada, Presidente y Co-fundadora de la Asociación de Mujeres Operadores en Transporte de Carga, y quien ha impulsado una red de mujeres en el sector, señaló que la participación de las mujeres en la industria del autotransporte no sólo es necesario, es una realidad.
“Quienes conformamos la asociación aspiramos a construir un espacio para escuchar a las mujeres operadoras y partir de las experiencias de ellas mismas para poder trazar una ruta y meta de la mano con las organizaciones”, indicó Moncada.
Para lograrlo, dijo, se requieren de tres aspectos fundamentales. El primero es la participación y la unidad de las mujeres.
El segundo requerimiento es que la industria rompa con todos los paradigmas del pasado, mientras que el tercero es la voluntad de cada uno/a de los actores que participan directa o indirectamente en el sector del autotransporte para integrar cada vez más a las mujeres.
¿Cuáles son las falsas creencias que tratan de justificar la desigualdad laboral entre mujeres y hombres?
1. “El compromiso de las mujeres es con su familia”.
2. “Las mujeres reciben menos ingresos porque su nivel de instrucción es menor”.
3. “El trabajo femenino es secundario, temporal (por mientras)”.
Todas estas creencias sirven de mala justificación para restringir sus oportunidades de acceder a un empleo, por los costos derivados del proceso de reclutamiento, selección y formación de personal, así como de capacitación laboral.
Expertas en la materia señalan que, en el caso de los empleos del sector de transporte, se ignora con demasiada frecuencia la voz de las mujeres en la planificación del transporte y la búsqueda de trabajo decente.
A la par, se sigue considerando que el ámbito del transporte “no es lugar para las mujeres”. La violencia contra los trabajadores del sector del transporte disminuye el atractivo de los puestos de trabajo para las mujeres, y limitan la conservación de empleos.
A diferencia de otras industrias que han visto un crecimiento más acelerado, la participación de las mujeres en las empresas de transporte de carga ha sido más lento.
En los empleados del sector transporte, se ignora con demasiada frecuencia la voz de las mujeres en la planificación del transporte y la búsqueda del trabajo decente.
“Al principio sí es un poco difícil porque en las empresas de transporte hay más hombres que mujeres. Muchos dicen ustedes son de reclutamiento, son mujeres van a batallar un poco, porque no van a entender el giro”, señala Johanna, gerente de atracción en una empresa de transporte en Nuevo Laredo.
Johanna asegura que el mismo trabajo que hace un hombre también lo puede hacer una mujer, y refiere que su labor no se limita a un escritorio, también sale a carretera, a paraderos y a conocer a los operadores.
Para ello, se deben disminuir estereotipos, y buscar un balance entre el ámbito laboral y personal, además de impulsar a mujeres a ocupar puestos de altas direcciones.