Buscan embargar a buque norcoreano atracado en el puerto de Tuxpan
Los 33 tripulantes y oficiales gubernamentales de la embarcación norcoreana Mu Du Bong abandonaron su “prisión flotante” hace más de un mes, pero el barco —atracado en el puerto de Tuxpan, Veracruz— es el escenario de una nueva batalla legal entre México y Corea del Norte.
La mala suerte persigue a la imponente embarcación. El 14 de julio de 2014 encalló en el área natural protegida Sistema Arrecifal Lobos-Tuxpan y fue retenido; luego vino una orden de la Organización de las Naciones Unidas para detenerlo debido a operaciones sospechosas; y hoy buscan que sea embargado para pagar una indemnización por el secuestro, tortura y asesinato del activista norcoreano reverendo Kim Dong-shik.
El despacho de abogados Mansur, Birman, Guakil y Wolff, SC, presentó recursos legales en Juzgados de Distrito del estado de Veracruz y el Distrito Federal para que las autoridades judiciales de México analicen la petición de embargo del barco para cumplir con una sentencia emitida en Estados Unidos que condena a pagar a Corea del Norte 330 millones de dólares a los familiares del activista.
“Estamos pidiendo la homologación y ejecución de una sentencia dictada en Estados Unidos en contra de Corea del Norte en la que la están condenando a indemnizar a la familia del reverendo Kim con 330 millones de dólares”, explicó Alberto Mansur, socio litigante del despacho.
El pasado 25 de junio se presentó la primera demanda en juzgados del Distrito Federal y el 28 de julio en un juzgado (Tuxpan) del estado de Veracruz; ambos documentos fueron rechazados, por lo que se presentaron apelaciones para que el Poder Judicial de la Federación decida.
“Hacemos llamado muy puntual a que refrenden su compromiso con los derechos humanos, cuando un país se comporta como delincuente no puede permanecer impune, tiene que ser llamado a cuentas y tiene que responder de su conducta criminal”, expuso el litigante.
La historia comenzó el 16 de enero de 2010, cuando el reverendo Kim fue secuestrado en China por agentes del gobierno de Corea del Norte y llevado a un campo de concentración para disidentes políticos.
Los informes dieron cuenta que fue presuntamente torturado y asesinado por su constante crítica en contra del régimen y a la ayuda que brindaba a aquellos disidentes.
Sus familiares, presentaron el 8 de abril de 2009, una demanda en Estados Unidos, donde el pasado 9 de abril la Corte del Distrito de Columbia condenó al gobierno de Corea del Norte al pago de 330 millones de dólares a la familia del reverendo.
“Nuestro llamado es para el Poder Judicial de la Federación y al gobierno mexicano para que admitan nuestra demanda y discutamos el tema y le demuestren al mundo entero que en México las violaciones a los derechos humanos no son impunes”, afirmó Alberto Mansur.
El barco está a la espera de las resoluciones legales, pues sus tripulantes, que permanecieron durante casi un año en sus entrañas, también lo abandonaron a su suerte.
Los 33 tripulantes y oficiales gubernamentales de la embarcación norcoreana que estuvieron aislados durante meses hasta que se resolviera el conflicto con Naciones Unidas, finalmente abandonaron su “prisión acuática” y dejaron el país.
De acuerdo con informes del Instituto Nacional de Migración, se realizaron tres traslados del primer oficial, el oficial de cubierta, el contramaestre, así como marineros de cubierta, jefe de ingenieros, operador de máquinas, jefe de cocina y sus ayudantes. Fueron el 5, 7 y 14 de julio del presente año.
En esos traslados también se incluyó a Kim Song Guk, originario de Phyongan y cuyo oficio fue clasificado como “politic secret” (secreto político). Regresaron a su país de origen pero dejaron anclado a su barco.
Para el socio litigante del despacho, esta nueva demanda de embargo no debe significar mayores conflictos diplomáticos entre México y Corea del Norte, sobre todo tomando en cuenta los reclamos que hubo por la retención de los tripulantes de la embarcación que encalló en el norte de Veracruz cuando venía de regreso de La Habana, Cuba.
“Si hubiera algún problema diplomático con Corea, ése ya se gestó desde la retención del año pasado, ese país ha hecho patente su disgusto de por qué el gobierno mexicano lo tiene detenido acá (…) no creo que pudiera generar o agravar el conflicto que ya existe”, afirmó.
Mientras tanto, el Mu Du Bong sigue sin salir a alta mar, como lo hacía antaño cuando surcaba los mares del Atlántico, Índico, Pacífico, Ártico y Antártico.
Fuente A Calor político