Todos los caminos conducen a Slim para el nuevo aeropuerto
Las compañías de infraestructura más grandes de México esperan desde hace más de dos años para quedarse con una tajada del nuevo proyecto aeroportuario de 13,000 millones de dólares de la capital. Ahora que comienzan a presentarse las ofertas, la mayoría está en una mala situación para competir. Y entonces entra a escena el multimillonario Carlos Slim.
La empresa de Slim Grupo Carso SAB tiene la fama mundial y las sólidas finanzas necesarias para que se le adjudiquen contratos con preferencia a competidores como Empresas ICA SAB y la sociedad controlante de OHL México SAB, según Vector Casa de Bolsa de Ciudad de México y la consultora Boyd Group International.
Con prisa por cumplir con el plazo máximo de 2020 para inaugurar en Ciudad de México unas instalaciones que ya están atrasadas respecto al cronograma, las licitaciones para las principales obras como la construcción de una terminal comenzarán en las próximas semanas. Es un mal momento para ICA, que carga con una pesada deuda en medio de temores de que pueda tener que reestructurar sus obligaciones, y para OHL, objeto de una revisión reglamentaria que encontró presuntas violaciones a las normas contables.
“Pero Carlos Slim tiene una reputación impecable, es una de las personas más ricas de la tierra y su nombre es sinónimo de México”, dijo Michael Boyd, presidente de Boyd Group de Evergreen, Colorado. “¿Hay alguna duda de ello?”.
Papel crucial
Las empresas mexicanas tendrán un papel crucial en las obras del aeropuerto porque el gobierno está reservando trabajos para los operadores locales. Si bien el Grupo Carso es más pequeño que ICA u OHL, sería candidato a trabajar con firmas internacionales para pujar por los contratos más importantes.
“Creemos tener la experiencia, la confiabilidad, la seriedad y la capacidad financiera para ser un competidor muy importante en estos proyectos”, dijo Grupo Carso al responder preguntas por correo electrónico. La compañía anunció que participará en la primera ronda de ofertas y que está interesada en la mayoría de las que vendrán.
La experiencia de ICA en la construcción de aeropuertos significa que no se la puede descartar como opción si se asocia a compañías internacionales y más pequeñas para obtener contratos, según Monex Casa de Bolsa. “El aeropuerto es un gran pastel”, dijo el analista de Monex Roberto Solano. “Aquí no hay sólo unos pocos proyectos, en los que intervendrá ICA u otro. La inversión que se necesita para el proyecto es muy grande”.
OHL México, división de Obrascon Huarte Lain SA, dijo en un correo electrónico el miércoles que está en condiciones de participar en los proyectos de infraestructura del país. Si el nuevo aeropuerto presenta oportunidades para concesiones, estas se evaluarían oportunamente, anunció la compañía.
Las auditorías externas encargadas por la compañía no encontraron irregularidades, según OHL México, que dijo que presentará su respuesta al ente regulador la semana que viene.
ICA no accedió a efectuar declaraciones sobre las ofertas o las versiones sobre la reestructuración de su deuda. El proyecto del aeropuerto ha sufrido demoras menores. Un contrato para nivelación del terreno se postergó de este mes a diciembre. Los recortes de presupuesto del gobierno debido a la caída de los precios del petróleo también son una preocupación.
“Esto es algo que todo el planeta va a estar mirando”, dijo el consultor Boyd. “No se puede correr riesgos cuando esto es el futuro del transporte aéreo de México, no sólo de Ciudad de México. Por lo tanto, hay que asegurarse de que los vendedores o los contratistas que participen no traigan cargas adicionales a la mesa”.
Bloomberg