Guerra de tarifas en aerolíneas mexicanas
Todo indica que las aerolíneas mexicanas, incluidas Volaris, Aeroméxico, Interjet y VivaAerobus, enfrentan una especie de ‘tormenta perfecta’ este año.
A inicios de 2017, la debilidad del peso frente al dólar elevó sus costos en la divisa verde; a partir agosto empezaron a resentir el encarecimiento de la turbosina; y más reciente la desaceleración del crecimiento del pasaje y la agudización de la guerra de tarifas en el mercado doméstico.
Según el Inegi, los precios de la transportación aérea en México acumularon en los primeros 9 meses de 2017 una caída de 30 por ciento, casi el doble que en igual lapso de 2016 -de 16.4 por ciento- y la baja más pronunciada para un periodo similar desde que se tiene registro.
Un ejemplo es el costo del vuelo de la Ciudad de México a Cancún, que en 2016 por VivaAerobus se cotizaba en mil 253 pesos y Volaris lo mejoró a mil 98 pesos, una reducción de más de 12 por ciento. Pero la primera no se quedó atrás y lo bajó a 498 pesos.
Esto es reflejo, coinciden expertos, de los esfuerzos de las empresas para incrementar su flujo de pasajeros, mejorar ingresos y diluir costos de operación.
“La guerra con las demás empresas está durísima, pero no nos vamos a dejar”, dijo Roberto Alcántara, dueño de VivaAerobus, en una entrevista reciente con medios.
José María Flores, analista de Ve por Más, explicó que una aerolínea empieza a bajar el precio del boleto y luego le sigue otra, lo que genera un círculo vicioso.
“El último que se sienta en la mesa de remates es el que se quedará con menos pasajeros. Lo que buscan con esto es ganar participación de mercado o en su defecto conservarla pues hay una ligera desaceleración en la demanda”, explicó Flores.
Otro analista que pidió no ser citado añadió que la desaceleración en demanda es el origen de la competencia entre aerolíneas.
Al primer semestre de 2017 el tráfico de pasaje creció 12.1 por ciento anual, en el bimestre julio-agosto promedió un alza de 6.2 por ciento, revelan datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).
“La demanda del transporte se ve afectada por la baja calidad de la relación entre México y Estados Unidos, que afecta el mercado de familiares y parientes, la depreciación del peso -aún con la recuperación vista hasta el inicio de las renegociaciones del TLCAN- y la demanda interna afectada porque es un año con alta inflación”, dijo.
“Los precios de la canasta básica han subido. Es un mayor gasto y la gente sustituye el gasto discrecional como es el turismo y los viajes”, agregó.
Especialistas coincidieron en que la baja en tarifas incentiva a los viajeros a comprar boletos de avión.
Según la DGAC, el volumen de pasaje atendido por las aerolíneas en el país se elevó 62 por ciento entre los primeros ocho meses de 2017 y el mismo lapso de 2012.
“Volaris tiene su efecto en el mercado, ofrecemos desde hace 5 años tarifas más baratas, logramos el crecimiento de la compañía y hacemos que más gente viaje en avión y deje el camión”, dijo Holger Blankenstein, director comercial de Volaris.
Expertos y representantes del sector coincidieron en que la competencia se ha vuelto más importante en las rutas con mayor densidad.
Tal es el caso de la México-Cancún, donde el flujo de viajeros subió 14.9 por ciento en los primeros ocho meses de 2017, respecto a igual lapso de 2016; la México-Guadalajara con 10.8 por ciento; la Tijuana-México 12.7 por ciento; la Tijuana-Guadalajara 20.5 por ciento y la Monterrey-Cancún con 16.1 por ciento.
Fuente El Financiero