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Camiones viejos NO son los únicos responsables de la contaminación en la ZMVM: expertos

Recientemente, la Comisión Ambiental de la Megalópoli (CAMe), activó medidas por las altas concentraciones de ozono en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM).

Según el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, el deterioro en la calidad del aire en la ZMVM se relaciona con factores como la densidad poblacional, el consumo energético, la industrialización, las emisiones contaminantes, los incendios forestales, las condiciones meteorológicas, etc.

A la par, su ubicación geográfica y orografía influyen en la calidad del aire, al localizarse en una cuenca cerrada, a una altitud promedio de 2,240 metros sobre el nivel del mar y rodeada por una cadena montañosa.

De acuerdo con el Centro Mario Molina, la fuente que más contribuye a la contaminación en la ZMVM es el transporte; los vehículos particulares generan la mayor parte de los precursores de ozono y son la segunda fuente de emisión de partículas finas, sólo después del transporte pesado a diésel.

Un estudio del ICCT (The International Council on Clean Transportation), señala que en 2015 fallecieron cerca de 3 mil personas por enfermedades respiratorias y cardiovasculares relacionadas con las emisiones de las unidades a diésel que circulan en todo el país.

El envejecimiento de la flota de carga pesada (20.3 años en promedio de edad) y la entrada ilimitada de unidades chatarras provenientes de Estados Unidos ha empeorado el problema en la ZMVM

Sin embargo, los transportistas advierten que la NO renovación de las unidades se debe a la falta de incentivos competitivos por parte de la banca de desarrollo y la incapacidad de PEMEX para abastecer de Diésel de Ultra Bajo Azufre en todo el país, requisito para cumplir con la NOM 044.

“La renovación de la flota y la reducción de emisiones no se da por decreto, es más compleja y si no se le mueve a las variables correctas, se pueden importar más vehículos chatarra de EU”, indicó Miguel Elizalde, presidente de ANPACT.

Se estima que menos de la mitad de los vehículos pesados viejos se renovarán en 2021, todo esto dará como resultado que miles de unidades viejas que son altamente contaminantes seguirán circulando por la capital del país.

Sacar de circulación a camiones chatarra no es la única solución

Si bien el sector transporte es el que más contribuye a la contaminación de la ciudad (46% de las emisiones de contaminantes que son precursores del ozono proviene del uso de vehículos de carga, privados y de pasajeros), existen otros factores que poco o nada se toman en cuenta.

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el sector industrial representa 21% de las emisiones contaminantes y 25% del consumo energético de la ZMVM.

Esta industria se compone de casi 31 mil establecimientos industriales que son potenciales generadores de contaminantes a la atmósfera en la ZMVM, de acuerdo con el Inventario de Emisiones.

No hay que olvidar que existen otras fuentes fijas importantes como son los tiraderos de residuos de la CDMX y de los municipios conurbados, los cuales no controlan los gases que emiten.

El Comité Científico Asesor de CAMe señala que para mejorar la calidad del aire es indispensable reducir la actividad vehicular, pero no es suficiente, pues cuando el clima fomenta la formación de ozono y limita su dispersión, aún con menores emisiones se pueden alcanzar altos niveles de ozono.

Además de disminuir la actividad vehicular, es necesario controlar otras actividades y fuentes que continúan emitiendo precursores de ozono a la atmósfera, en especial COV.

Con respecto a las emisiones de COV, se estima que las fugas de gas LP son responsables del 19% y los usos comerciales y domésticos de solventes y productos de limpieza emiten hasta un 31%.

Urge poner orden

Según un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana, ciudades como Tokio, Londres y Nueva York, basaron su éxito en el mejoramiento o construcción de nuevas líneas de transporte público, así como la renovación de la flota vehicular por opciones más ecológicas, por ejemplo, autos eléctricos.

Sin embargo, en la ZMVM no se han logrado poner en marcha medidas como el establecimiento de zonas de cero emisiones, restricciones para el flujo de vehículos, ni sistemas de tarifas de congestión vehicular.

“Por otro lado, los incentivos económicos como las tarifas sobre emisiones, los bonos comercializables y los impuestos ambientales son todavía una alternativa en proceso de consolidación”, sostiene el estudio.

Según especialistas, mientras no se diseñe una nueva generación de políticas públicas, el problema de la contaminación atmosférica empeorará. El transporte, indirectamente, también es víctima de la situación.

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