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Uno sale para buscar el pan de cada día con el afán de regresar a su casa: Operador

Ser interceptados por sujetos armados es apenas el inicio del viacrucis que viven los transportistas al salir a carretera. Así lo describe Alfonso Sánchez, quien ha manejado unidades pesadas desde hace 16 años.

Uno desafortunadamente sale para buscar el pan de cada día con el afán de regresar a su casa, desafortunadamente el peligro máximo es que ya no regrese”, expresó Alfonso Sánchez.

El equipo de Investigaciones Excélsior acompañó a Alfonso en un recorrido desde la caseta de Tepotzotlán hacia Querétaro. En el trayecto se observaron tres unidades de la Guardia Nacional, pero solo una patrullaba en carretera. Alfonso señaló que la vigilancia en carreteras es escasa y, en ocasiones, ilegítima.

Los falsos retenes se utilizan para cometer asaltos donde el objetivo es tanto la mercancía como la unidad. Muchos transportistas sospechan de complicidad entre delincuentes y autoridades, dado que las unidades robadas suelen aparecer rápidamente sin que se haya hecho un reporte formal.

Recuperar las unidades

Cuando se reporta el robo de una unidad, esta suele ser arrastrada al corralón. Para recuperarla, los empresarios enfrentan cobros que van desde 180 mil hasta más de 300 mil pesos, siendo el primer pago destinado a servidores públicos.

Un empresario anónimo explicó que en Puebla el proceso de liberación puede tardar hasta seis meses. Para acelerar trámites, suelen pagar entre 30 y 35 mil pesos en “mordidas” a peritos y ministerios públicos, lo que representa una pérdida económica significativa.

Un negocio redondo para las autoridades

Después de liberar la unidad, los transportistas deben pagar por el arrastre y estadía en el corralón, con costos entre 180 mil y 220 mil pesos. Además, muchas veces las unidades son devueltas desmanteladas, sin garantía de su estado original.

Tanto en carretera como en oficinas gubernamentales, los empresarios enfrentan robos y extorsiones sin protección alguna. “Esta falta de seguridad no nada más es por el hecho de que sean pérdidas materiales, las vidas humanas no tienen un costo”, declaró Alfonso Sánchez.

Inseguridad institucionalizada y respuesta gubernamental

La inseguridad en carreteras mexicanas ha aumentado. Según el SESNSP, entre enero y abril de 2025 se registraron 2 mil 118 robos a transportistas, más del 85% con violencia. Las entidades más afectadas son Estado de México, Puebla, Guanajuato y Michoacán.

El uso de falsos retenes con unidades clonadas de cuerpos de seguridad ocurre principalmente en tramos sin vigilancia. La Canacar reporta que seis de cada diez robos están relacionados con estos retenes.

Organizaciones como la ANTP han denunciado que los costos para liberar unidades robadas y llevadas a corralón pueden superar los 300 mil pesos. Esto incluye pagos no oficiales exigidos por funcionarios, lo que perpetúa la corrupción.

En mayo de 2025, el Gobierno Federal anunció un operativo conjunto entre la Guardia Nacional y la Sedena para vigilar 25 corredores prioritarios. No obstante, representantes del sector consideran que la medida sigue siendo insuficiente y reactiva.

Fuente Excelsior

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