
En un país donde las carreteras se han convertido en un tablero de riesgo, la pregunta no es solo qué tan rápido puede llegar la mercancía, sino qué tan segura estará en el trayecto. La inseguridad, el mal estado de la infraestructura vial y la escasez de operadores están empujando a las empresas a mirar hacia una opción que parecía relegada a los libros de historia: el transporte ferroviario.
El renacer del tren
Durante la presentación del Reporte de Robo de Carga 2T25, expertos del sector coincidieron en que el ferrocarril está ganando terreno como alternativa al transporte carretero. Diego Anchustegui, presidente de la Asociación Mexicana del Transporte Intermodal (AMTI), explicó que la tendencia apunta hacia el transporte intermodal: una estrategia que combina camiones, trenes y barcos para optimizar seguridad y costos.
“El ferrocarril se ha vuelto una mejor opción para mover mercancías, sobre todo en trayectos largos”, afirmó Anchustegui.
La lógica es simple: mientras un tráiler puede ser detenido con relativa facilidad en una carretera federal, un tren de carga completo es prácticamente imposible de robar en su totalidad.
Las cifras y la realidad
Aunque el robo de carga no desaparece por completo en el transporte ferroviario, los datos presentados revelan una incidencia considerablemente menor frente a los asaltos en carretera. El crimen organizado ha encontrado la manera de frenar trenes fuera de las terminales para saquear contenedores, pero la escala de lo robado es menor y el riesgo operativo para las empresas, más controlable.
En cambio, los tráileres son víctimas frecuentes de asaltos, en especial en corredores de alto riesgo como Puebla–Veracruz, Guanajuato–Querétaro y Edomex–CDMX, donde la combinación de alta densidad de tránsito, puntos ciegos y falta de vigilancia los convierte en blancos fáciles.
Intermodal: la jugada inteligente
El modelo intermodal se perfila como el “plan maestro” para quienes no quieren poner todos los huevos en la misma canasta logística.
- Camión: perfecto para el tramo inicial y final, pero expuesto a mayor riesgo en rutas largas.
- Tren: seguro y eficiente en trayectos extensos, con menor impacto ambiental.
- Barco: ideal para grandes volúmenes y comercio internacional.
El secreto, según los expertos, está en combinar medios para reducir riesgos y optimizar costos.
En la balanza de la seguridad, el ferrocarril lleva ventaja sobre el autotransporte de carga. Sin embargo, no es invulnerable: su efectividad depende de infraestructura ferroviaria moderna, coordinación con autoridades y un buen diseño de la cadena logística.
En resumen: si tu mercancía debe cruzar el país y la prioridad es minimizar riesgos, el tren es tu aliado. Si buscas flexibilidad absoluta, el camión sigue siendo necesario… pero, en la México de hoy, nunca debe viajar solo.