
Un reciente estudio revela que los camiones eléctricos de Clase 8 en Estados Unidos están experimentando fuertes incrementos en su precio, lo que podría complicar aún más su adopción por parte de flotas de transporte por carretera.
Los datos clave
- El precio mediano de un tractocamión eléctrico Clase 8 ha aumentado en aproximadamente 87,100 dólares.
- En contraste, los camiones diésel Clase 8 también han visto alzas pero mucho menores: cerca de 12 %, lo que representa alrededor de 18,000 dólares.
- Actualmente, el precio de los modelos eléctricos ya supera los 400,000 dólares.
¿Qué está provocando el aumento?
El artículo apunta a varios factores que contribuyen al encarecimiento:
- Costos de las baterías y del tren motriz eléctrico: Son componentes determinantes en el precio final de los vehículos eléctricos. La escasez de materiales, los retos logísticos y los costos de manufactura incrementan significativamente el costo respecto a los modelos diésel.
- Economías de escala aún limitadas: Aunque los fabricantes eléctricos van expandiéndose, la producción masiva y eficiente todavía está en desarrollo, lo que mantiene los precios altos.
- Incentivos fiscales y regulaciones: Las políticas públicas, subsidios y reglas ambientales favorecen cada vez más los vehículos no contaminantes. No obstante, el beneficio económico de esos incentivos muchas veces no compensa totalmente la diferencia de precio inicial.
- Comparativa internacional: En la Unión Europea, la diferencia incremental entre el precio de un camión cero emisiones y su equivalente diésel es menor que en EE.UU. Por ejemplo, un informe encontró que en 2024 el precio promedio de un camión eléctrico Clase 8 en California fue de aproximadamente 435,839 dólares, mientras que en la UE vehículos equivalentes costaban alrededor de 342,000 dólares.
Implicaciones para la industria
- Retorno de inversión más largo: Las flotas podrían requerir muchos años para que los ahorros en combustible, mantenimiento y emisiones compensen el mayor costo inicial de los camiones eléctricos.
- Barreras para pequeñas y medianas flotas: Estas empresas tienen menor capacidad financiera para absorber la diferencia inicial sin apoyo contundente de subsidios o financiamientos.
- Presión sobre la infraestructura: A mayor número de vehículos eléctricos, mayor necesidad de estaciones de carga adecuadas, lo que también implica inversión.
- Regulación y políticas públicas como factor decisivo: La permanencia, tamaño y alcance de incentivos, así como regulaciones ambientales, serán clave para hacer viable la transición hacia flotas eléctricas.